Tres gallos para un trono

Montaña y más montaña. Ese argumento es el que marca la edición de la Vuelta Ciclista a España que hoy levanta el telón en la localidad gallega de Villagarcía de Arousa con una contrarreloj por equipos y que a lo largo de 21 etapas delimitará la consistencia de los llamados a pujar por el premio más grande. Tres son los favoritos para suceder a Alberto Contador en lo más alto del podio. Y los tres cuentan con cualidades y experiencia suficiente para hacerlo: Valverde (Movistar), Nibali (Astana) y Purito Rodríguez (Katusha). Precisamente los dos primeros ya saben lo que es celebrar en la Castellana de Madrid la victoria final.

Con un equipo poderoso Valverde es el que mejor perspectivas acumula para hacerse con el maillot rojo. Poderoso en la montaña y cada vez más solvente en las cronos, en el Tour ya dejó claro su nivel aunque una caída y el posterior corte le privaran de la batalla por el amarillo. Erviti, Gutiérrez, Herrada, Lastras o Intxausti serán sus gregarios y los encargados de evitarle sustos. También Nibali, vencedor en el 2010, cuenta con un plantel de escuderos de primer nivel para apuntalar su calidad. Fulsang, Tiralongo o Brajkovic deben salvaguardar sus intereses. Lo mismo ocurre con un Purito sobresaliente en el Tour que pujará por mejorar el tercer puesto del pasado año en la ronda ciclista española. La montaña es su terreno y esta Vuelta tiene para rato, en especial con en los finales de etapa.

Junto a ellos otros ciclistas también apuntan a un papel protagonista en la carrera e incluso a hacerse un hueco en la cuadro de honor. Es el caso del asturiano del Euskaltel Euskadi Samuel Sánchez que intentará despedir la andadura de su escuadra en el pelotón profesional de la mejor manera posible. Igor Antón o Mikel Nieve, estos dos últimos tal vez con mejores sensaciones para las victorias parciales, también batallarán porque el color naranja se haga protagonista en carrera.

Roman Kreuziger, el fiel escudero de Contador en el pasado Tour en el que incluso se mostró más consistente que el pinteño, el italiano Michele Scarponi y los colombianos del Sky Urán y Henao también tendrán mucho que decir al igual que el ‘Belkin’ Mollema si las cronos no se le atragantan. Daniel Martin, Pinot y Tony Martin también se dejarán ver lo mismo que un Cancellara dueño de las etapas contra el crono y de un rodado al que no se le está dando muy bien este 2013, Gilbert.

En cuanto a las etapas, la Vuelta vuelve a incidir en el formato que tanto éxito y espectacularidad mostraron en el 2012: llegadas inéditas y explosivas con la montaña, especialmente en los últimos kilómetros, como juez.

Galicia contará en esta edición con un protagonismo destacado. Cinco etapas pisarán suelo de esta comunidad que precisamente acoge hoy la salida desde una batea en Villagarcía de Arousa.

Eso sí, a pesar de ser vecina, la provincia de León se quedará, después de dos ediciones, sin que la serpiente multicolor pase por sus carreteras. Las más cercanas serán las gallegas, la asturianas y Zamora. En cuanto a los finales en alto la Vuelta ha programado nada menos que 11 siendo el primero en hacer acto de presencia en la segunda jornada con salida en Pontevedra y final en el Monte da Groba. Lalín-Finisterra en la cuarta etapa también tenderá hacia arriba. De Galicia a Castilla y León para bajar hacia Extremadura y posteriormente Andalucía donde esperan hasta tres etapas de montaña destacando la del 1 de septiembre con final en Valdepeñas de Jaén. Ausentes País Vasco, Comunidad Valenciana y Murcia, el salto desde el sur español al este dará protagonismo a Cataluña y los Pirineos con tres etapas consecutivas de extrema dureza que pueden marcar las distancias entre los grandes y dejar a alguno fuera de juego. Bagá-Collado de la Gallina, Andorra-Peyragudes y Grauss-Aramón Formigal darán paso a la segunda y última jornada de descanso tras la cual otras tres jornadas con dificultades orográficas en forma de desniveles entre las que se encuentran la cántabra Peña Cabarga y las asturianas Naranco y Angliru llevarán al pelotón a una última etapa entre Leganés y Madrid de 99 kilómetros cuyo único aliciente será el esprint final y la fiesta para el ganador de una Vuelta que hoy echa a rodar con 3.319 kilómetros por delante y diez inicios y otros tantos finales de etapa inéditos.

El órdago está sobre la mesa y los gallos están dispuestos a aceptarlo. Que gane el mejor.