Romário tacha al presidente de la FIFA de "ladrón" y al secretario de "chantajista"

El exfutbolista brasileño y actual diputado federal Romário se ha convertido en uno de los mayores críticos del Mundial de fútbol que organizará su país entre junio y julio. Este miércoles, sus dardos han ido dirigidos Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, a quien ha tachado de "ladrón y corrupto", y a Jérôme Valcke, secretario general, a quien ha tildado de "chantajista".

"No podemos esperar nada de la FIFA. Allí hay un chantajista que se llama Valcke y un ladrón que se llama Blatter", ha afirmado el mejor futbolista del mundo en 1994 y campeón mundial ese mismo año en una entrevista a la red ESPN Brasil. El exdelantero azulgrana también ha aprovechado su escaño en la Cámara baja para atacar a los dirigentes del organismo rector del fútbol mundial, a los que acusa de querer quedarse con todos los recursos generados por el torneo y de perjudicar a Brasil.

Romário ha criticado en varias ocasiones los elevados gastos del Gobierno brasileño en la organización del Mundial, sobre todo en la construcción de estadios en las 12 ciudades que serán sedes, y ha reiterado en numerosas ocasiones que, al menos fuera de los terrenos de juego, Brasil será el mayor perdedor del campeonato.

"Nadie dice nada"

"Valcke acaba de decir que el Mundial de Brasil será uno de los peores en la historia de la FIFA. Ese señor viene al país, manda y desdice y todos lo aplauden. Es uno de los mayores chantajistas del deporte mundial", ha afirmado el exdeportista y diputado. Según Romário, el secretario de la FIFA llegó a ser despedido pero se mantuvo en el cargo tras "chantajear al presidente de la FIFA, que es un ladrón, un corrupto y un hijo de puta".

En su opinión, además de los "ladrones" de la FIFA, Brasil sufre a los que "roban" en la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF). "Van a enriquecerse con el Mundial y nadie dice nada", ha sostenido el legislador, quien ha alertado que muchas de las obras en los estadios que están atrasadas seguramente saldrán tres veces más caras de lo previsto debido a que los responsables aprovecharán la urgencia para elevar los precios y desviar más recursos.