Diario de León

FÚTBOL

Remontada para Tito

Dos goles en propia puerta del Villarreal y uno de Messi obran la victoria azulgrana

Messi celebra el gol de la victoria ante el Villarreal y se lo dedica al fallecido Tito Vilanova

Messi celebra el gol de la victoria ante el Villarreal y se lo dedica al fallecido Tito Vilanova

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CRISTIAN REINO | BARCELONA
León

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Un Sergio Busquets con la cabeza agachada y conteniendo las lágrimas para no romper a llorar durante el minuto de silencio fue la imagen viva de cómo afrontó el Barça el partido en El Madrigal, que terminó ganando 2-3 al Villarreal. Casi lo de menos era que el Atlético y el Madrid habían ganado sus respectivos choques y obligaban a los azulgrana a vencer si querían mantener alguna esperanza (remota) de ganar la Liga.

Aun así, los blaugranas se plantaron en el Madrigal con ganas de hacer un buen trabajo y poder dedicar la faena al técnico que empezó la pretemporada y tuvo que abandonar la dirección técnica cuando los médicos le diagnosticaron que había recaído del cáncer.

Llevados por el ánimo de las 53.000 personas que se acercaron durante todo el fin de semana al Camp Nou a dar su último adiós al espacio memorial que instaló el club, los de Martino lograron una victoria épica, que parecía imposible cuando el Villarreal se puso 2-0. Pero en ese momento, al equipo azulgrana le salió la rabia, el orgullo, el amor propio y la energía contenida de los últimos días para remontar un choque que tenía perdido. Tuvo cierta fortuna, porque dos de los tres tantos fueron en propia puerta, pero el mérito estuvo en que se fueron con todo a por la remontada. Le costó de lo lindo la victoria al Barça, que empezó el partido dominando, pero se fue diluyendo y cayó en la trampa del Villarreal.

Y es que a medida que avanzaba la primera parte, el choque se fue convirtiendo en un ida y vuelta que beneficiaba a los amarillos, que son mucho más verticales que los azulgrana. Una contra perfecta culminada por Cani tumbó a los blaugranas al filo del descanso. Tras la reanudación, casi el mismo panorama. Control territorial azulgrana, pero quien llevaba el peligro real era el Villarreal a la contra.

El 2-0, en el 54, marcado por Trigueros de cabeza, pareció la sentencia. Sin embargo, Martino movió el banquillo, dio entrada a Cesc y Tello (en parte de Xavi y Alexis), su equipo se encontró con un tanto cuando menos se lo esperaba y por arte de magia consiguió meterse de nuevo en el partido. La rabia, el amor propio de un equipo campeón que se puede ir en blanco esta temporada y las ganas de mirar al cielo y dedicar la victoria a Tito rearmó el intento de remontada. El empate fue un nuevo accidente.

Como en el primero, centró Alves y un defensa (Musacchio) desvió el balón hacia donde no quería. En el 82, los azulgrana al fin pudieron alzar sus brazos y señalar al cielo. Messi hizo el tercero y el equipo se fundió en un abrazo, aliviados, porque al menos su exmíster pudo tener un homenaje con sabor a victoria.

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