El Ademar sigue vivo en la Copa

Hay Copa del Rey para el Abanca Ademar. Y decir eso después de enfrentarse al Granollers, tercer clasificado en la liga y un equipo que esta temporada había vencido siempre a los leoneses de forma contundente, es decir bastante. El empate (28-28) cosechado ayer por los de Dani Gordo deja la eliminatoria de cuartos pendiente para lo que suceda en la vuelta en el feudo vallesano. Los dos se jugarán estar en la final four copera en sesenta minutos y el que mejor llegue a ese tramo de la temporada —nivel de juego, lesiones, etc— tendrá o no mejores cartas para decidir la partida.

En todo caso, en su vuelta a la competición tras el largo parón invernal el Abanca Ademar dejó un buen sabor de boca a pesar de que hay lagunas que sigue arrastrando desde la primera vuelta. Entre los motivos para la satisfacción está el buen nivel atacante exhibido por el equipo. El Abanca Ademar ayer puso en problemas a un equipo de gran poderío físico como el Granollers tirando de sus principales recursos ofensivos y empleando más variantes en el ataque posicional. Le sigue faltando jugar más con los extremos y también con los pivotes. En lo negativo la escasa aportación de la portería —ni Llamazares ni Biosca acabaron con grandes números— y las lagunas que se producen en ocasiones en su 6-0 defensivo por el centro. Volvió a funcionar la defensa 5-1 con un Mellado jugando de adelantado que complicó mucho la vida a los catalanes en la segunda parte y que tuvo mucha culpa de la remontada del equipo leonés cuando iba abajo en el marcador.

De inicio, sin embargo, Dani Gordo optó por la 6-0 con Almeida y el canterano Dani García en el centro. El pivote puso voluntad y estuvo atento siempre a presionar a los atacantes rivales. Los leoneses entraron en la Copa muy enchufados y fruto de su intensidad fue el 3-0 inicial en apenas tres minutos con el brasileño Joao martirizando al meta Pejanovic. Está claro que el internacional carioca es uno de los jugadores más desequilibrantes en ataque del equipo y ayer volvió a demostrar porqué Ribera le llevó al pasado Mundial de Catar.

El Ademar mantuvo rentas entre uno y tres goles hasta el minuto veinte con una constante movilidad de jugadores en pista. Ayer todos tuvieron minutos, incluido el lateral macedonio Dimitrievski aunque su aportación tampoco fue mucha.

Sin embargo pronto se empezó a ver que no iba a ser la noche de la portería. Llamazares, encargado de defender la meta de entrada no estuvo acertado y cuando Biosca entró a sustituirle tampoco bajó la trapa.

El partido se manejaba en distancias cortas con el Granollers agarrado a su primera línea Solé que machacó la meta leonesa como un martillo pilón hasta acabar con ocho tantos. El equipo de Dani Gordo abusa de los ataques frontales, el balón circula pero sólo genera peligro la primera línea. Eso le hace ser demasiado previsible y el Granollers lo aprovechó para empatar y ponerse por delante en el minuto 22 cuando un gol del rocoso pivote sueco Grundsten le daba su primera ventaja: 9-10.

El ataque del Ademar está muy espeso y ni Vejin ni Dimitrievski resuelven. El Granollers abre una pequeña brecha 9-11 que, curiosamente, restañan los extremos Carrillo y Kristensen. El Ademar intenta aferrarse al partido pero concede demasiadas concesiones en defensa. Con todo se fue al descanso sólo uno abajo: 13-14.

En la reanudación, el equipo leonés mantuvo su 6-0 defensivo con Mikel y Almeida en la zona central y es el lateral vasco el que mantiene al equipo en el partido con sus tantos.

Llega un nuevo empate en los primeros minutos de la segunda parte (15-15) y poco después Dani Gordo cambia a la defensa 5-1 con Mellado de adelantado como siempre. El salmantino es una garantía en esa función y ayer volvió a corroborarlo. Al Granollers le cuesta bastante más atacar la meta leonesa. El extremo noruego Kristensen convierte cada bola que le llega y las sensaciones son mucho mejores.

Sin embargo, los árbitros (que ayer disgustaron a todo el mundo) castigan al Ademar con dos exclusiones casi consecutivas (Almeida y otra incomprensible a Piñeiro) y dan oxígeno a un Granollers que lo necesitaba.

Por suerte ahí surge Llamazares que, tras relevar a Biosca, encadena dos paradas seguidas y da alas a los ademaristas para volver a coger ventaja.

Mikel, que lleva ya siete goles y en la segunda parte ha sido la pesadilla de la defensa catalana pone el 25-23 en el marcador a falta de cinco minutos. Y el partido entra en sus minutos locos. Un último arreón del Granollers fuerza un nuevo empate (27-27) a falta de un minuto. Ataca el ademar, hay nervios la jugada acaba en el extremo y Kristensen pone en ventaja a los leoneses 28-27. Pero quedan 14 segundos y los catalanes en una jugada elaborada también por el extremo ponen el empate definitivo.