«Es indescriptible jugar con 47 años, te sientes como a los 18»

Víctor Manuel Arias (Ponferrada, 28 de junio de 1967) es uno de los pocos jugadores bercianos que han jugado en Primera División. De todos modos, sólo pasó en Ponferrada diez años y ha hecho su vida en Galicia. Militó en el Arenteiro, en el que tuvo de entrenador a Fernando Castro Santos, que luego se lo llevó a la SD Compostela, con la que ascendió de Segunda División B a Primera. También militó en Deportivo Alavés y CD Ourense. Con el descenso de este último a la categoría de bronce en 1999, jugó unos años en el Club Lemos, en el Nogueira de Ramuín y en el fútbol de veteranos. El pasado verano, con la desaparición de CD Ourense, se fundó la UD Ourense y el berciano se enroló en sus filas con 47 años. El pasado sábado tras vencer 0-8 en Maside al Piñor, el cuadro auriense lograba el ascenso desde la categoría más baja del fútbol español, la Tercera Autonómica, a la Segunda, la misma en la que está en Castilla y León la Deportiva B. El conjunto azul y rojo ha ganado los 21 partidos jugados, sumado 63 puntos, marcado 133 goles y recibido 8, los mejores números de todo el país, salvando en la comparación la diferencia entre las ocho categorías existentes.

Víctor no llegó a jugar al fútbol en Ponferrada, donde su abuela era profesora, pero sí lo hizo con la selección de Castilla y León absoluta frente a Aragón en un partido en Los Pajaritos. Chus Pereda era seleccionador y Pipo Baraja era uno de sus compañeros en las filas arlequinadas.

El berciano expresa con gran satisfacción lo que significa ascender a los 47 años después de haber desempolvado las botas para ayudar al nuevo equipo de la ciudad en la que lleva viviendo muchos años: «El vestuario que tenemos no hay dinero que lo pague. No se puede describir la sensación de que te digan que durante una temporada te vas a sentir como si tuvieras 18 años. He y hemos rejuvenecido todos. Trabajo 11 ó 12 horas diarias, pero voy como loco a entrenar. Éste es el secreto del equipo. Somos todos amigos y estamos disfrutando. Creo que este año y el que viene serán de trámite y que a partir de Primera División Autonómica ya habrá más exigencia en cuanto a los rivales. Muchos de éstos nos dicen tras los partidos que ojalá ascendamos pronto a categoría nacional para tener un referente en la provincia y la ciudad». El futbolista no se plantea seguir jugando el año que viene: «Este año había que arrimar el hombro, pero ahora hay que dejar el paso a otros chavales. Éste es un proyecto muy bonito, con más de 1.000 socios y casi 2.000 espectadores en algún partido en la última categoría del fútbol español. Va a llegar lejos, a ser grande».