La Ponferradina sigue aspirando a todo ante un Valladolid que perdió su ocasión

La Ponferradina consumó la jornada de rebelión de la clase media ante los principales candidatos al ascenso y superó a un Real Valladolid que solo dio sensación de peligro en el último tramo del choque, para volver a mostrar la debilidad que viene acusando a domicilio.

Los blanquiazules estaban obligados a mantener su buena racha de las últimas jornadas -tres triunfos consecutivos- para mantener el codo a codo por la sexta plaza con el Real Zaragoza y respondió con un partido inteligente y de enorme trabajo.

Cuando todavía se estaban tanteando ambos equipos, aunque los locales ya hubieran avisado con la movilidad de Sobrino en toda la línea de ataque y, un balón dejado por el manchego, permitió a Berrocal ganar la espalda a la defensa vallisoletana y colocarse mano a mano con Javi Varas, al que batió con un remate ajustado al palo para el 1-0.

El tanto local permitió a la Ponferradina desplegar, con mayor comodidad y argumentos, el esquema que tenía claro desde el inicio, jugando a la contra, con líneas muy juntas y complicando mucho las acciones a un rival, que no encontraba espacios y solo tenía como recursos colgar balones y los contados disparos desde fuera del área.

Los bercianos se encontraban mucho más a gusto en este escenario y las mayores acciones de peligro llegaban sobre el portal de Varas, como un remate de Infante rozando el palo y que pudo haber sembrado aún más peligro en dos acciones, una escapada en solitario que tuvo que cortar Marc Valiente costándole la amonestación y en una jugada al borde del área protestada como posible pena máxima.

Pero los planes se le complicaron a José Manuel Díaz con la lesión muscular de Sobrino que obligó a su cambio por el goleador Yuri, al que había arrebatado la titularidad en las últimas jornadas.

Los vallisoletanos decidieron mostrar de salida, tras el descanso, una imagen más ambiciosa con la entrada de un jugador ofensivo como De Melo, pero la apuesta solo se quedó en intenciones porque la mayor intensidad se tradujo en que un balón muerto en el área fue a los pies de Infante que tuvo que ser trabado por Peña, sumando Yuri su decimotercer gol desde el punto de penalti (2-0).

El partido enloqueció porque los vallisoletanos se jugaron todo a la baza del ataque desguarnecida su defensa, permitiendo los contragolpes de una Ponferradina, bien parapetada y con las ideas más claras que pudo sentenciar por mediación de las galopadas de Infante o Acorán.

Con un Valladolid volcado ya sin ningún tipo de miramientos, el agobio se convirtió en insistente sobre el portal del internacional sub-21 Kepa Arrizabalaga, salvando primero en línea de gol un defensa el remate de un saque de esquina de Marc Valiente y saliendo desviados dos buenos disparos de Timor y Pereira.

Un Héctor Pérez más activo y participativo pudo recortar la diferencia en el minuto 82 cuando recogió un balón en el segundo palo, pero su remate se fue al lateral de la red, dentro de un fase de acoso pucelano que chocó una y otra vez ante la ordenada defensa berciana.