«El objetivo es llegar a la final y ganarla»

Mario López ha vuelto a pisar el parqué, ha sentido el aroma que desprende la competición, después de ocho meses lesionado. Un calvario que terminó el pasado viernes, cuando disputó sus primeros minutos, precisamente, con la selección júnior de balonmano.

Llevaba esa misma camiseta el día que le falló la rodilla derecha. Tuvo mala suerte. Un resbalón condujo a la rotura del ligamento cruzado, que le obligó a pasar por el quirófano y a perderse prácticamente toda la temporada con el Abanca Ademar.

A partir de ahí comenzó para él una carrera de fondo. Quería llegar al Mundial de Brasil y trabajó a destajo, hasta que Isidoro Martínez, quien ha estado desde el principio muy pendiente de la rehabilitación, le introdujo en la lista de jugadores con los que ya prepara el asalto al campeonato del mundo júnior, que arranca el 20 de julio.

Está en Suiza, donde ha participado en los dos compromisos de los ‘hispanos’, primero contra Alemania y ayer frente a Suiza. «Fue un partido muy especial, después de ocho meses, e, incluso, se me hizo hasta raro volver a la pista», explica el extremo leonés, quien reconoce que aún está lejos de su mejor versión, aunque tiene tiempo de sobra para alcanzarla.

«Me falta ritmo de competición y me veo algo lento en los desplazamientos, pero dentro de la normalidad», asume. Intentará en las tres semanas que faltan para la cita de Brasil coger el tono físico. «Así podré ayudar al equipo en todo lo que me pida el entrenador», subraya Mario López, quien ha sentido en todo momento el apoyo del técnico leonés Isidoro Martínez.

«Ha sido muy importante sentir su apoyo durante todo el proceso de recuperación, tanto transmitiéndome su confianza en que me daría tiempo como ayudándome con el trabajo de musculación», agradece. Tiene buenas sensaciones. Ayer estuvo en pista quince minutos y el viernes, diez. «Cada día me encuentro algo mejor», celebra.

Es ambicioso. No firma otra cosa que no sea volver con el oro a León, a pesar de que es consciente de la dificultad que entraña el reto. «Tengo mucha ilusión con el Mundial. El objetivo es llegar a la final y ganarla porque llevamos tres años perdiendo en semifinales y tenemos una asignatura pendiente», afirma.

No se arruga. «Sabemos que será muy difícil pero tendremos que hacer los deberes desde el primer día. Para llegar a lo más alto hay que ganar todos los partidos y estamos concienciados de la dificultad de la hazaña», resuelve el canterano.