«No me quito el oro del cuello»

georgino fernández | león

El viaje desde Budapest fue largo pero no se le notaba el cansancio. Todo lo contrario. Apenas 24 horas antes en la capital húngara la jugadora leonesa del Cleba —del Málaga cuando sale a la arena— se convertía con la selección española en flamante campeona del mundo de balonmano playa tras derrotar en la final a Brasil, favorita en todas las quinielas. Tras aterrizar en Madrid, se despidió de sus compañeras de éxito, cogió un Alsa y puso rumbo a León donde le esperaba su familia, bandera de España en ristre, para darle la bienvenida más emotiva. Cuando bajó del autobús lucía al cuello el brillante metal dorado que culmina los éxitos deportivos más grandes. «Todavía sigo en una nube pero no hay quien me quite la medalla de oro del cuello», recalcaba con expresión feliz. «Creo que hasta que no pasen unos días no seremos conscientes de la importancia de este oro para nuestro deporte, tanto el balonmano tradicional como el de playa».

Raquel Caño tiene claro este hito deportivo no caerá en saco roto. «Sin duda —subraya— nos va a ayudar a que el balonmano playa cada vez sea más conocido y aumente todavía más su seguimiento por redes sociales que ya es mucho».

El oro, las medallas, las finales tienen tanto resplandor que muchas veces ensombrecen todo el camino que hay detrás. La jugadora leonesa lo sabe bien. «Es un oro merecidísimo hay mucho trabajo detrás y mucho esfuerzo». También sin duda, mucha fe en sus posibilidades. Brasil, la actual campeona mundial era la favorita pero acabó sucumbiendo al empuje de las ‘Guerreras de la Arena’ como se las conoce. «La verdad es que sí pero llevábamos un torneo de diez. Habíamos ganado a todos los equipos manteniendo un nivel de juego altísimo sin bajar el rendimiento en ningún momento. Temíamos un bajón en la recta final pero por suerte estuvimos de sobresaliente hasta el final. Nos merecemos esta medalla, desemboca en un trabajo que empezó hace años».

Y lo dice alguien con poco tiempo en esta disciplina. Jugadora de la cantera del Cleba —máxima goleadora de la competición femenina— recibió la oferta para probar en la arena hace tres años. No lo dudó. Realmente son dos deportes que no tienen nada en común pero su salto y explosividad hacían indicar que encajaría en el balonmano playa. No se equivocaron con ella. Campeona del mundo y elegida mejor ala derecha del torneo. «Cuando me lo dijeron sentí una alegría enorme por las jugadorazas que hay y por el poco tiempo que llevo en esto».

Famililares y amigos tributaron a Raquel Caño a su llegada a la estación de autobuses de León la bienvenida más emotiva. SARA CAMPOS