Ases del motor con sello leonés

MIGUEL ÁNGEL TRANCA | LeÓN

Sobre cuatro o dos ruedas, los seis representan el éxito del motor leonés. Unos en su faceta de pilotos y otros haciendo posible que los vehículos o las motos alcancen su máximo rendimiento. Campeones de presente y futuro y mecánicos con un palmarés envidiable han situado en los últimos años a la provincia en un estatus tan significativo que ha alcanzado relieve internacional.

Ese protagonismo tiene a seis nombres propios, algunos ya situados en un escenario al alcance de muy pocos. Uno de ellos es el piloto de karting David Vidales que con 14 años se ha convertido ya en uno de los pilotos que apuntan más claramente a convertirse en unos años en protagonistas de la Fórmula 1. Bicampeón de España de karting, desde el año pasado David se ha convertido en una de las estrellas de los dos campeonatos nacionales más importantes a nivel mundial, la WSK italiana y el certamen alemán. En ambos ya sabe lo que es subir a lo más alto del podio, lo mismo que en el Europeo donde se estrenaba como vencedor en el trazado transalpino de Adria. Su próximo objetivo será en el mes de noviembre el Mundial de Bahrein en el que aspira a convertirse en el primer español en coronarse campeón de la categoría OKJ.

Su calidad y proyección de futuro no ha pasado desapercibida para los ‘gurús’ del automovilismo y para las grandes escuderías. Prueba de ello era su fichaje a punto de comenzar la temporada por el mejor equipo a nivel internacional, Tony Kart. Su llegada tenía como ‘culpable’ a un ex piloto de Fórmula 1 como Ralf Schumacher, su padrino en la escudería italiana que apostaba todo al leonés cuando en una carrera lo vio competir y luchar por el triunfo. Por aquel entonces David corría en Energy Corse con la que en su día daba el salto a nivel competitivo en el ámbito internacional y que llegó a contratar al que fuera mecánico de Verstappen cuando el austriaco arrasaba en el karting.

En el caso del motociclismo otros dos nombres propios apuntan a llegar muy lejos. Uno es el del paramés Sergio González Vallinas que hace unas fechas se proclamaba campeón de Castilla y León Supermotard (el próximo fin de semana disputará la última carrera ya con el título en el bolsillo). Con 10 años y en su segunda temporada en la competición castellano y leonesa (en la primera acababa como subcampeón), Sergio está demostrando que tiene todas las cualidades para ser un gran campeón, uno de los abanderados del motociclismo español en el Mundial.

A pesar de los reducidos medios económicos de los que dispone el piloto leonés hará historia en este 2016 ya que a su cetro en Supermotard 65 hay que añadir el que en dos semanas puede alcanzar en MiniGP110 (transita líder con 23 puntos de ventaja a falta de una carrera) y el tercer puesto en el Campeonato de España a pesar de que no ha podido disputar todas las citas de un certamen en el que no se ha bajado del podio.

Sus resultados que este año van a reportarle dos títulos y un tercer puesto no han pasado desapercibidos para los ojeadores de las escuderías más significativas de España. Y menos el de su pilotaje, seguro, brillante y... con altas dosis de inteligencia.

El berciano Héctor Yebra también se ha situado en un lugar preferente dentro del motociclismo castellano y leonés. En su segundo año en el certamen autonómico Héctor lograba mejorar de manera clara sus registros de 2015 haciéndose con el primer peldaño del podio en MiniGP140. Y además con varias carreras de antelación para que acabara un autonómico que el piloto del Bierzorros ha dominado a su antojo. Su éxito lo lleva incluso a plantearse objetivos más importantes para el próximo año en el que a pesar de que las exigencias serán mayores su calidad a la hora de domar su moto debe llevarle a escenarios de éxito como los que ha disfrutado en el presente 2016.

De piloto a mecánicos, León también se ha convertido en una factoría de excelentes profesionales. En la actualidad hasta tres están ubicados en un lugar destacado, contribuyendo de forma decisiva a los éxitos de los pilotos a los que ponen a punto sus motos.

Sin duda alguna el más laureado y reconocido de todos es el bañezano Santiago del Canto. Formado en la factoría catalana de Monlau, por sus manos han pasado las monturas que en su día hicieron campeón de España a Álex Márquez y posteriormente número uno mundial en la categoría de MotoGP. También las de otra perla del motociclismo llamado a reinar en todas las categorías, el francés Quartararo. Y este año otro piloto que ya sabe lo que es lucir como campeón del CEV español y que está creciendo a marchas forzadas en Moto3, el valenciano Arón Canet. Del Canto ha tenido la oportunidad de dar el salto a Moto2 pero prefiere, como mecánico jefe, contribuir al éxito de los jóvenes talentos del motociclismo en Moto3.

En esa misma categoría se encuentra el también leonés Antonio Multo. También formado en Monlau e integrante junto a Santiago del equipo que celebró hace menos de dos años el triunfo de Márquez, Multo ha sido subiendo escalones dentro del organigrama de la escudería Estrella Galicia 0,0 para alcanzar un puesto relevante en el equipo de Jorge Navarro, en la actualidad segundo en la general del Mundial de Moto3.

Sobre dos ruedas pero en este caso en el trial otro mecánico leonés se ha convertido en compañero inseparable en los éxitos de un piloto que no sólo por el apellido sino por su calidad se erigía en el recambio generacional de los grandes campeones nacionales, Pol Tarrés. El sobrino del más grande de este deporte a nivel internacional, Jordi, confiaba en Sergio Pérez para llegar lo más lejos posible tras haber dominado en su etapa júnior el mundial. El mecánico leonés ha estado siempre al lago de Tarrés ejerciendo incluso de mochilero hasta que este decidía retirarse con solo 22 años para emprender nuevos retos en los que Sergio puede estar también presente como son la evolución de motos. Sergio, considerado también por la Federación como un genio de este deporte en su faceta mecánica también ha tenido a su cargo a otros grandes pilotos de una disciplina deportiva que para él es una forma de vida.