La temporada encara el final
La climatología ha condicionado una campaña que se preveía más positiva .
La temporada afronta sus últimas fechas en León. JESÚS F. SALVADORES
La temporada de pesca en los ríos leoneses afronta su recta final. Salvo excepciones que llevarán la actividad a agosto e incluso septiembre, en lo que va de ejercicio (casi cuatro meses) la situación para los amantes de la caña y el sedal se ha tornado en bastante desigual, irregular e incluso peor de lo esperado. Bien es cierto que el bagaje no es tan malo aunque las perspectivas antes de que la temporada levantara el telón eran un poco más halagüeñas.
La climatología vuelve un año más a ser determinante. Y en este caso para mal ya que la irregularidad en las precipitaciones han llevado a que de unas semanas con lluvia se haya pasado a otras en las que esta campaba por su ausencia. Ríos como el Órbigo, el Esla o el Cea han contado con una destacada actividad sin olvidarse de alguno más aunque dependiendo de la jornada el resultado para los pescadores ha diferido mucho, incluso más de lo esperado. Tal vez el mes de junio y la mitad que llevamos de julio han sido los mejores aunque sin excesos. Para los que pretendan apurar la temporada aún quedan unos días para intentar mejorar el balance o en su caso apurar una pasión y afición que en la provincia de León implica a varios miles de pescadores.
Otro apunte de la temporada, similar y siguiendo la tónica de los últimos años es el referido a la pesca sin muerte que cada vez cuanta con más adeptos.
Ahora queda apurar las últimas jornadas (aunque para algunos aún pueden quedar alguna semana más) para que los ríos mantengan la afluencia de pescadores dispuestos a hacer de su pasión un día de recuerdos, alegría y alguna que otra captura.