Póker de Messi para aplastar al Eíbar

Messi salió de su letargo goleador y lo disfrutó todo el barcelonismo, incluido el pitado y señalado presidente, Josep Maria Bartomeu. El Barça disfrutó de un plácido choque ante el Éibar merced a un póquer anotador de su estrella que, antes del descanso, ya había finiquitado el asunto con tres goles. Venció el conjunto azulgrana goleando y de la mejor forma posible, con comodidad, cuando la Champions asoma por el horizonte y manteniendo así su pulso por el liderato con el Real Madrid. Y lo hizo con Messi recuperando su olfato goleador tras cuatro partidos sin ver puerta. Mucho tiempo para el eje y motor del Barcelona. Sonríe de forma tímida la grada culé porque su estrella ha recuperado las mejores sensaciones en los meses claves de la temporada. Imaginen por un momento el largo camino por el desierto que tendrá que andar el equipo culé cuando la figura eterna del 10 desaparezca. Tiene Messi la virtud de lograr que sus registros parezcan mundanos, que marcar tres goles en apenas 40 minutos sea tachado de normal. Pero el astro argentino es así. Capaz de sacar una sonrisa al barcelonismo cuando más oscura es la nube que cubre can Barça.

Pues hay que hacer memoria para recordar una pitada y una pañolada como la vista en los minutos iniciales al choque dirigida a un presidente azulgrana. Bartomeu ha sumergido al club en un pozo oscuro del que difícil saldrá y el equipo sobrevive en el verde gracias a la infinita capacidad de su capitán.

Pañolada Es cierto que el Éibar hizo mucho para que el Barcelona tuviese la tarde más plácida posible, saliendo valiente en busca de la meta de Ter Stegen y dando todas las facilidades defensivas del mundo. Pero Messi estaba presto a sacar rédito de los espacios y abrió la lata con un gol soberbio, marca de la casa, con caño incluido y dejando atrás a cuantos rivales salieron a su paso. El partido no había consumido aún su primer cuarto de hora y Dimitrovic comenzaba a vislumbrar lo que se le venía encima.

Nada pudo hacer el portero serbio en los goles. Ni en el segundo, ni en el tercero, que anotaba Messi en el corto espacio de dos minutos. Todas las facilidades del mundo en labores defensivas y el atacante sentenciaba el duelo a favor de los suyos. Por fin, llegaba el equipo de Quique Setién con comodidad al descanso. No bajó los brazos el Éibar porque no es de hacerlo el equipo de Mendilibar, pero en este equipo con capacidad anotadora también juega Ter Stegen. Sacó alguna gorda en el segundo tiempo que mantuvo la distancia en el electrónico. Setién aprovechó para mover el árbol teniendo en cuenta el primero de los partidos de la eliminatoria continental del martes. Sacó a Busquets y Piqué para mitigar el cansancio y aprovechó para darle los primeros minutos al reciente fichaje azulgrana, el atacante Martin Braithwaite.

El ex del Leganés se convertía en el quinto danés en jugar con la elástica azulgrana y no pudo estrenarse con gol pese a que el Barcelona acabó el choque volcado en la meta de Dimitrovic. Esto sí, participó en las jugadas de los últimos dos goles mostrando la aportación que puede ofrecer a este equipo.

Messi completaría su póquer de goles tras jugada del danés que sacaba Dimitrovic y que aprovecharía el argentino para batir por cuarta vez al portero del Éibar. No acabaría ahí el servicio de Braithwaite para la goleada culé. Colocaría la manita el equipo de Setién con un postrero gol de Arthur, quien se asoció con el debutante para poner la puntilla. Lo cierto es que el brasileño habilitó al danés para que fuera él el anotador, pero Dimitrovic no estaba dispuesto a ser un convidado de piedra. El rechace dejó franco a Arthur, quien no desaprovechó el regalo.

Por suerte para los de Mendilibar, el meta serbio andaba más fino que el resto de sus compañeros y pudo evitar que el resultado fuera más abultado, por mucho que esto suene a broma con el 5-0 final.