La FIFA estudia una sanción a Rivaldo

El pésimo árbitro surcoreano Young Joo Kim, cuyo destino parece la nevera, además de pitar un penalti que no fue a favor del Brasil, pecó de ingenuo en la simulación de Rivaldo y mostró la tarjeta amarilla a Unsal, que al ser la segunda significó su expulsión. Por ello, la FIFA ha sancionado al internacional turco con un partido de suspensión y 3.000 francos suizos de multa. La FIFA ha hecho del fair play su bandera para el Mundial de Corea y Japón. La actitud de Rivaldo ha manchado la enseña de la FIFA y el máximo organismo del fútbol mundial le va a pasar factura. El delantero azulgrana se puede convertir de esta forma en el primer jugador sancionado por la nueva normativa de la FIFA contra las simulaciones. Antes de comenzar el Mundial los árbitros recibieron instrucciones muy concretas para que sancionaran severamente todos los actos de simulación. El caso de Rivaldo es el inverso, fingió una lesión cuando el balón no le fue a la cara sino a las piernas. El portavoz de la Comisión de Disciplina dijo hoy que «la FIFA quiere terminar con las acciones simuladas y las trampas». La Comisión de Disciplina de la FIFA analizará este miércoles en profundidad las imágenes de la acción y de su estudio se puede deducir una sanción, que en el menor de los casos sería una amarilla, pero que fuentes de la FIFA aseguran que podría ser un encuentro de suspensión. La FIFA quiere dar ejemplo para que no se repitan este tipo de acciones y el primero puede ser con una estrella como Rivaldo. Los árbitros se quejan Desde el inicio del Mundial 2002, el público en los estadios surcoreanos y japoneses pueden seguir por las pantallas gigantes las imágenes de las jugadas más importantes repetidas y a cámara lenta, una práctica no autorizada en otras competiciones y que ha provocado la protesta arbitral. La FIFA aceptó, sin entusiasmo aparente, esta innovación en la fase final de la Copa del Mundo tras un debate interno «al más alto nivel». La FIFA sólo ha previsto la posibilidad de prohibiciones puntuables en el caso de los partidos considerados de alto riesgo. El portavoz de la FIFA Keith Cooper reconoció que las repeticiones podían poner al árbitro en una situación incómoda ante los jugadores y el público. En cambio, y pese a múltiples presiones, la instancia mundial rechaza que los árbitros puedan, como ocurre en otros deportes, recurrir al vídeo antes de validar una decisión. En una primera instancia la FIFA estudió dar una autorización selectiva. «La opción habría sido no autorizar más que las acciones que no originaran controversia al ver las imágenes antes de repetirlas y con un superárbitro que eliminara las polémicas», añadió el portavoz. «Hay que tener en cuenta el interés de los espectadores que pagan su plaza en la tribuna y que, además del ambiente, pueden exigir que el espectáculo sea tan elaborado como el que pueden ver al permanecer delante del televisor».