Francia: conservas Lemerre

Francia paga con la inoperancia en el Mundial el excesivo conservadurismo de su técnico. La selección confeccionada por Roger Lemerre es el combinado que menos se ha renovado con respecto a la edición de 1998. De los 23 jugadores convocados, 14 se proclamaron campeones del mundo en Francia 98. Nunca un pretendiente a revalidar el cetro planetario había afrontado la defensa del título con tan pocos cambios en su plantilla. El anterior récord estaba en manos de la Brasil campeona mundial en 1962, que compareció cuatro años después con trece jugadores repetidos. Después se sitúa, con 12 repetidores, la Alemania de 1994 que fue eliminada por Bulgaria en cuartos de final con nueve campeones de 1990 en el once titular. En el caso francés, la renovación ha sido forzosa en cuatro de los ochos descartes de jugadores campeones. Robert Pires y Christian Karembeu estaban lesionados, mientras que Laurent Blanc y Didier Deschamps renunciaron a seguir en la selección tras ganar la Eurocopa 2000. Los otros cuatro olvidados fueron los porteros suplentes Bernard Lama y Lionel Charbonier y los delanteros Stéphane Givarch y Bernard Diomède. La consecuencia del inmovilismo es la elevada media de edad del conjunto bleu (28 años y medio), con una defensa treintañera. De hecho el central Leboeuf es, con 34 años y 135 días, el jugador francés de edad más elevada que disputa una fase final. Por su parte, Barthez (31 años) ha igualado con 50 entorchados el récord de internacionalidad de un guardameta galo que tiene Bats. La fidelidad de Lemerre a sus principios también se plasma en su tradicionalismo táctico. Desde hace dos años juega con el archisabido 4-2-3-1 sin apenas variantes. Tampoco ha preparado un dispositivo alternativo a la ausencia de Zidane. Proclama que es insustituible pero cubre su baja con Djorkaeff o Micoud, «zizoucedáneos» estériles. Lemerre sólo introdujo un cambio contra Uruguay respecto al equipo derrotado de primeras por Senegal y obligado por la lesión de Djorkaeff, sustituido por Micoud. Aquella Argentina llegó a la final. Esta Francia está condenada a ganar al menos por dos goles a Dinamarca.