España está ante una ronda que significa su gran oportunidad histórica
Sorprendentes cuartos de final para el Mundial más globalizado
La selección española tuvo que sufrir hasta el último penalti para plantarse en cuartos de final de un Mundial, ocho años después. Y como no podía ser de otra manera, también
David Beckham, arriba, es la gran esperanza de Inglaterra en este Mundial
España sufrió para conocer a su rival en cuartos de final. 117 minutos, sin contar los descansos, hubieron de pasar para que el «gol de oro» de Ahn decidiera el penúltimo choque de la siguiente ronda: España-Corea del Sur. Antes, otros seis equipos se habían metido entre los ocho mejores del planeta, en lo que puede describirse como el Mundial más globalizado de la historia. Sólo tres campeones del mundo (Brasil, Alemania e Inglaterra), disputarán su supremacía mundial a un campeón de Europa (España), tres cenicientas habituales (Estados Unidos, Corea del Sur y Turquía) y un debutante (Senegal). O lo que es lo mismo, sólo tres equipos europeos, uno asiático, uno a caballo entre ambos continentes, uno sudamericano, uno norteamericano y uno africano. De los tres campeones, al menos uno se irá a casa en cuartos. Y de las dos selecciones con peor historial de las ocho, ocupará uno de los primeros cuatro puestos en el cuadro de honor. De este análisis, se desprende que el nivel futbolístico, como venía previéndose hace años, se ha igualado mucho en todo el mundo. En este grupo de finalistas se encuentran los representantes de las tres ligas más potentes del mundo (España, Alemania, Inglaterra); falta Italia, pero las competiciones continentales de clubes advierten desde hace varias temporadas que el calcio está en caída libre. También está Brasil, como siempre, aunque su llegada a octavos no ha sido un camino de rosas. El fútbol turco, inédito en un Mundial desde 1954, cuenta ya con gran experiencia internacional. Los senegaleses se han forjado en Francia, a la sombra de los éxitos de los bleus. Y, por último, Estados Unidos y Corea del Sur, cuya presencia viene siendo frecuente en las citas mundialistas, presentan como curiosidad que ya no nutren sus selecciones con extranjeros, sino con jugadores que actúan en sus ligas nacionales. Brasil-Inglaterra es la primera eliminatoria de cuartos (Shuzuoka, viernes, 8.30, hora española) se presenta como la más interesante. Los brasileños tendrán que confirmar sus opciones ante Inglaterra, que apabulló a Dinamarca en octavos. Los ingleses cuentan con una gran zaga y un Owen y un Beckham que están haciendo las delicias de los supporters. Alemania-EE.UU. jugarán a las 13.30 horas en Ulsan. Pocos podrían haber previsto este choque, a primera vista muy desigual. Los germanos no han dado la sensación de estar en buen momento. A las 8.30 del sábado, es la hora de España. La selección de Camacho tiene la oportunidad de alcanzar las semifinales y de quedar entre las cuatro primeras contra un equipo que ha demostrado lo lejos que se puede llegar con fe y esfuerzo. La última eliminatoria (Osaka, sábado, 13.30 horas) es también la más incierta. Senegal, la gran sorpresa, puede superar a Camerún como nación africana mejor clasificada. Intentará impedírselo Turquía en su segunda participación mundialista.