Al Valencia se le queda cara de susto

En la segunda parte, el Valencia, que fue otro con la presencia de Baraja, estaba obligado a atacar, y fue superior al Deportivo, pero el campeón de Liga, frente a una sólida defensa, se mostró incapaz de crear ocasiones claras y reducir diferencias para soñar con un trofeo que ya tiene claro color blanquiazul. El Deportivo dominó casi de principio a fin al Valencia en la primera parte y aprovechó al máximo las oportunidades que se le presentaron, siempre con Valerón como protagonista. Valerón participó en los tres goles del Deportivo y monopolizó todas las jugadas de ataque de su equipo, que desarboló en ese periodo a un Valencia que se vio sorprendido en defensa por la velocidad del equipo de Irureta y claridad de ideas y toque de Valerón. Después de que en el primer minuto, Molina, y luego Naybet, salvasen un gol del Valencia, el Deportivo mostró una superioridad insultante, con posesión del balón, jugadas a primer toque y pases en largo, siempre con Valerón como referencia ofensiva, y apertura del juego por las bandas, con Víctor y Fran también destacados. Muy pronto se le puso en contra el partido al Valencia, que no sólo no estuvo sólido en defensa, sino que en el centro del campo, con Marchena (en la selección será central) y De los Santos, no aportó absolutamente nada, ni en defensa ni en ataque. Aimar, siempre controlado por Mauro Silva, pasó desapercibido hasta el último minuto previo al descanso, y el Deportivo, gracias a una magnífica media hora, destrozó al equipo de Rafa Benítez. Antes de abrir el marcador, el poste evitó que Makaay lograse el primer gol en el minuto 8 a balón parado, en un saque de falta, y aunque no tardó en llegar el 1-0, fue la jugada del segundo tanto la que entusiasmo a la afición de Riazor. Valerón, siempre ofreciéndose y buscado por sus compañeros, inició la jugada, abrió a la izquierda a Fran, el capitán gallego centró al área y allí Makaay remató para que Cañizares despejase con una mano. El rechace de Cañizares no lo desperdició Víctor, en la boca de gol. Once minutos después Valerón le pondría un balón largo a Makaay, casi en fuera de juego, y llegó el 3-0 protestado por el Valencia, que ya veía venir ese gol cuando el holandés encaró al abandonado Cañizares. Tras el varapalo, Benítez se vio obligado a retirar a De los Santos para ganar mucha más presencia en el medio campo con Baraja, y también quitó a Rufete y sacó a otro delantero, Carew, porque no le quedaba otro remedio que arriesgar. No tuvo premio.