La Deportiva empieza embalada

Coser y cantar. La Deportiva se presentó en el Román Suárez Puerta con la ambición suficiente para lograr la primera victoria de la temporada y consiguió su propósito sin llegar a exhibir sus posibilidades reales. Desde el primer momento se pudo intuir que aquello podía acabar en goleada y si no fue así es por la falta de punch que evidenciaron los blanquiazules, que ayer vestían de rojo por aquello de la coincidencia de colores con sus rivales. Nada más empezar, Cascallar no supo atinar tras un error garrafal del meta local, Vilches, pero Lanza no perdonó poco después cuando Mangas sirvió desde la derecha un balón aéreo que el cordobés empalmó a la red de soberbio zurdado, abriendo el camino del triunfo para su equipo. Alejandro volvió a perdonar tras gran pase de Igor González porque prefirió resolver por su cuenta antes de servir a Cascallar o Lanza y su remate salió cruzado. Jechu probó desde lejos, pero Vilches se lució atajando y antes del descanso, Mangas habilitó a Cascallar para que el de Cambados rematara junto al poste, envitado Vilches a córner cuando se presagiaba el segundo tanto. Y el Avilés ni se movía. Atrás los de Simón apenas vivieron tensión porque los propietarios del terreno se empeñaron en pegarle a la pelota con profusión de verticalidad, lo cual facilitaba las tareas de contención. Igor y Arcadio ahogaban a los inocentes Menchón y Sergio, que suplían a los lesionados Gustavo y Quiñones. Sin zona de creación, el Avilés era un juguete en manos de un rival que descartó el ensañamiento prematuro. En la segunda parte todo seguía igual hasta que Jechu centró para que Alejandro pusiera en dos tiempos el gol de la tranquilidad y ocurrió todo lo contrario. La Deportiva se puso nerviosa y el Avilés enseñó las uñas por primera vez. Ahí apareció Álvaro Iglesias y todo acabó, no en paz porque Nistal puso bronca cuando quería poner paz. Resultó expulsado.