Comodidad en el descontrol
Si algo marco el partido de ayer en Logroño fue ese descontrol en el juego mencionado en el título. Dos equipos ayer, que a su manera experimentaron cierta comodidad en el desorden táctico que se vivió durante las diferentes fases del partido.
En el comienzo los leoneses repitieron estructura táctica de la semana anterior, sistema 1-4-1-4-1 con el que se mantuvieron en bloque muy bajo los primeros minutos, obligados también por el tremendo ritmo de juego que imponían los riojanos, Cerrajería y Solís se vieron sobrepasados en los pasillos interiores sobre todo en las zonas ciegas, a su espalda, donde Diego Esteban y Emilio recibían con cierta facilidad y a partir de ahí buscaban generar el desequilibrio propio de cada acción en zona de finalización con doble amenaza “dentro-fuera”.
Por fuera, eran continuas las llegadas de los jugadores exteriores de los locales, tanto Calderón como Ander y luego Sandoval, generaron numerosas acciones en las que ganaban línea de fondo para poner pase atrás, Soberón tuvo varias acciones en área pequeña para empujar pero no finalizó acertado. Mientras los leoneses buscaban errores en la circulación del balón para aprovechar los espacios en transición con Aarón como jugador destacado en estas acciones.
El gol de la SD Logroñés vino precedido de una acción en presión tras pérdida en la que Diego Esteban recuperó el balón e intento prolongarlo, Soberón que se encontraba aparentemente en fuera de juego fue habilitado según el colegiado, por un intento de recepción de un jugador leonés que le dejaba solo ante Sotres y ahí definió con un fantástico gesto técnico.
Los leoneses de nuevo consiguieron gol en acción a balón parado, en este caso una falta lateral que vino precedida de un intento de transición cortada por la defensa local. En la ejecución del golpeo, Aarón estuvo fantástico y Vitoria anotó en una de sus grandes virtudes como es el remate de cabeza.
De ahí al final un sinfín de acciones en transición de ida y vuelta, un elevado ritmo de juego y numerosas ocasiones por parte local que no logró anotar. Los leoneses acabaron con una estructura 1-5-4-1 que les sirvió para contener esos numerosos intentos locales por hacer gol.