La Real sigue afianzándose

El Mallorca demostró en Anoeta una gran entidad y controló en el primer tiempo el partido a su antojo ante la espesura de ideas del líder. La presión del equipo balear no supuso, sin embargo, apuro alguno para el guardameta Sander Westerveld, quien sólo sufrió cuando sus propios compañeros dejaron en el área realista balones sueltos llenos de veneno, al estar el delantero camerunés Etoo presto al remate en todo momento. Los donostiarras fueron quienes, a pesar de su atrofia creativa, llevaron en este periodo el mayor peligro a la portería contraria, y ya Nihat en el minuto uno, de lanzamiento directo de falta, envió el balón a la base del poste para obligar a Leo Franco a realizar una gran intervención y desviar a saque de esquina. La Real se mantuvo aletargada durante casi todo el primer tiempo para desperezarse en el minuto 25 con una jugada de picardía entre Aranzabal y De Pedro, que se aprovecharon de descuido de los mallorquines mientras estos protestaban una decisión arbitral, pero el centro-chut del centrocampista internacional no encontró rematador y salió rozando el larguero. Los goles, tras el descanso El Mallorca no se vino abajo cuando la Real pasó a ejercer el dominio del encuentro como corresponde a su condición de anfitrión y a tres minutos del descanso dispondría el equipo de Manzano de su mejor opción para marcar, en un centro de Novo rematado por Riera y abortado en el último momento por López Rekarte cuando el centrocampista tenía toda la portería totalmente a su favor. El equipo rojillo desequilibraría tras el descanso el marcador a su favor por medio de Etoo, quien, libre de marcaje, batió a Westerveld de un certero cabezazo con el que aprovechó el centro desde la banda de Campano, para ir luego a celebrarlo con sus compañeros de banquillos como si hubiera valido un título. Poco le duró la alegría al Mallorca, ya que tres minutos más tarde, por parte local, De Pedro rubricaba una gran actuación con el tanto del empate, materializado con un duro disparo raso desde fuera del área, para abrir la puerta visitante a un nuevo triunfo realista que llegó instantes después con el gol de Mikel Aranburu en un rechace forzado por parte de Kovacevic.