Desde el saque de inicio
Cada vez es más habitual observar a equipos y cuerpos técnicos desarrollar acciones de saque de inicio como lo que debe ser. Una acción más a balón parado que debe ser utilizada para sacarle provecho. Ayer en el gol tempranero de Solís vimos una ejecución previa muy parecida a la ejecutada por el PSG contra el Lille hace 15 días en la liga francesa. En este caso algo parecía preparado al ver a Jesús sacando de centro y a 3 jugadores escorados sobre el lado diestro, dejando solo a Percán en el lado izquierdo. Tras el saque y el golpeo directo sobre el jugador leonés y la segunda jugada ganada, él mismo recogió el balón para entregárselo a Solís que llegaba desde atrás, a partir de ahí, la recepción y la ejecución a gol con un golpeo al palo largo dieron lugar al primer gol del partido.
Más allá de lo destacable de esta acción inicial, el partido fue algo irregular y con falta de continuidad en el juego en ciertos momentos. El equipo leonés utilizó hasta tres estructuras sistémicas diferentes. Los primeros 25 minutos, con el 1-4-3-3 inicial, fueron de una alta intensidad y con buenos ajustes de Tarsi y Solís, con Obolskii en la presión posicional alta. No fue tan buena esa presión generada tras pérdida como sí lo ha sido en otros partidos. El Ceuta comenzó a llegar con cierta facilidad a campo rival fruto de esos desajustes en tiempo y zona, por lo que el entrenador colocó a Percan con Obolskii en punta y pasó a un 1-4-4-2 con bloque intermedio o bajo en algunos momentos.
El equipo caballa supo gestionar su mal inicio con dos cambios en el minuto 26, tanto de jugadores como de posicionamiento. Fruto de ello ese tramo largo de partido, en el que tuvieron el control del balón y fueron capaces de llegar mucho por fuera con las subidas de sus laterales, sobre todo Alain, que generó muchas dificultades en la zona izquierda leonesa.
En la segunda parte, la Cultural mantuvo esa estructura, pero introdujo a Querol con Obolskii, y a Kevin en la línea de cuatro medular, dándole al equipo mayor equilibrio y control. El segundo gol llegó con otra de esas señas de identidad del equipo, búsqueda de buena situación para el centro lateral. En este caso fue Saúl en que lo hizo, Kevin el que lanzó en un mal corte de los visitantes, y Querol el que anotó recogiendo el rechace de Leandro.