Superioridad manifiesta
El análisis previo al partido de ayer hacía presagiar un duelo desigual, los gallegos con un estilo y estructura de juego muy definidas llegan a rozar ese magnifico símil de «juegan de memoria». Se percibió durante todo el encuentro conductas de juego claras por parte de los gallegos. Trabajo incisivo en la presión posicional y tras pérdida, alternancia de juego con balón dentro y fuera, e intención clara de penalizar lo máximo posible las transiciones concedidas por los leoneses cuando los gallegos robaban y tenían oportunidad de transitar en acción defensa-ataque tras robo en acción propia.
Volvía una semana más a repetir estructura el equipo leonés. Sistema en 1-4-3-3 con la variable de hombre en ayuda, y 1-4-1-4-1 si el equipo no disponía de la posesión del balón. Este plan puede tener indicios de éxito si el contrario no dispone de herramientas tácticas básicas. Pero no era el caso, estamos hablando de un equipo, el Racing de Ferrol que lleva tiempo adecuando modelo de juego y estructura acorde a su entrenador y proyecto, lo cual hace brillar momentos de cuaje en los que el equipo se encuentra bien táctica, y anímicamente.
Los goles fueron un claro ejemplo de la disposición e intencionalidad de juego por parte de ambos equipos. El Racing encontró en Manu Justo un magnífico recurso de su intento recurrente de utilización de centros laterales y profundidad exterior para finalizar todas y cada una de las acciones.
A ello se sumó un día más la fantástica planificación de acciones a balón parado. Jon García anotó gol de esta manera una semana más echando por tierra la defensa zonal del equipo leonés.
En la acción previa de los otros goles del equipo gallego, destacaron la intencionalidad evidente de los jugadores exteriores, de Héber y Carlos Vicente de llegar por fuera y lanzar balones al área para finalizar las acciones con centro y remate, así Manu Justo anotó dos goles embocando a gol acciones previas bien diseñadas desde la planificación previa al choque por parte de Cristóbal Parralo.
La Cultural poco pudo hacer ante un equipo tan trabajado como el gallego, y que dejaba escasas acciones de errores propios en los que poder aprovechar la carencia para sumar gol o acción positiva ofensiva.