Balonmano | Liga Asobal
La portería del Ademar naufraga
Ni Panos ni Honrado aportan regularidad bajo palos a un conjunto leonés que sigue a la espera de Saeid Desde la marcha de Slavic el equipo no encuentra un líder atrás
Panos volvió a protagonizar un partido bastante irregular contra Anaitasuna. EDUARDO SANZ
El hueco que dejó Dino Slavic en la portería del Abanca Ademar hace ya dos temporadas sigue sin cubrirse con garantías. Desde que el guardameta croata saliese de la entidad leonesa, ninguno de los fichajes hechos por el club ha sido capaz de darle regularidad a una posición que ahora mismo hace aguas y que explica, en parte, el mal inicio liguero de los de Cadenas que ya han encajado 102 goles en solo tres jornadas —a una media de 34 tantos por partido—.
Ni Panantonopoulos, ni tampoco Carlos Honrado están rindiendo al nivel de un Ademar que por un motivo extradeportivo se vio privado de Milan Bomastar durante la pretemporada y ahora espera como agua de mayo la llegada de Saeid Barkhordari, el veterano portero iraní que en principio firmó hasta enero, pero al que los problemas burocráticos le han impedido incorporarse aún al equipo. «Hay opciones de que finalmente se quede hasta junio», confirmó a este periódico Manolo Cadenas hace solo unos días, aunque en realidad no hay nada seguro y todo apunta a que el Ademar tendrá que recurrir de nuevo al mercado en unos meses.
Necesita mejorar
La defensa del Ademar mejoró en Pamplona, pero está lejos de ofrecer un nivel óptimo
No todos los problemas del cuadro ademarista parten de la portería. La defensa leonesa mejoró algo sus prestaciones durante su duelo del pasado sábado ante Anaitasuna, pero no lo suficiente como para marcar la diferencia cuando los encuentros son igualados. Panos apenas tuvo intervenciones decisivas en Pamplona y el joven canterano Carlos Honrado aún no tiene el bagaje suficiente como para exigirle mucho más.
Nadie dentro del club sabe exactamente qué ocurre con los problemas burocráticos de Saeid ni cuándo se van a solucionar. Panos parece desbordado por momentos —el día de la derrota con Logroño en el Palacio terminó el partido muy afectado anímicamente— y ante Anaitasuna volvió a estar muy por debajo del nivel que se espera en un Ademar que aspira a ser segundo de la Liga o, como poco, a clasificarse para competición europea. Queda mucho tiempo por delante para revertir la situación, aunque los síntomas de debilidad defensiva se asemejan peligrosamente a los del curso pasado.