Diario de León

BALONMANO | LIGA ASOBAL

Convertir el Ademar en Sociedad Anónima Deportiva: los socios tienen la última palabra

La directiva cree que ser SAD es la mejor opción para aumentar los ingresos y lo someterán a votación

Cayetano Franco, presidente del Abanca Ademar. MARCIANO PÉREZ

Cayetano Franco, presidente del Abanca Ademar. MARCIANO PÉREZ

León

Creado:

Actualizado:

El Abanca Ademar mantiene la idea de que transformarse en Sociedad Anónima Deportiva puede ser la mejor opción para que los ingresos del club leonés aumenten de forma considerable a partir de la próxima temporada. La conversión de la Liga Asobal en una competición profesional —que entrará en vigor desde la 2023-24— ha abierto de par en par las puertas a todas aquellas entidades que lo deseen a transformarse en SAD, al igual que ya ocurre en disciplinas como el fútbol o el baloncesto.

Dar ese paso conllevaría una serie de pros y contras que la directiva ademarista continúa evaluando y por el momento están más convencidos de que los beneficios superan con creces a los posibles perjuicios.

La hoja de ruta de la cúpula del Ademar León se mantiene. Llevan tiempo asesorándose con expertos para conocer a fondo los entresijos de las sociedades anónimas deportivas, de hecho fueron de los primeros equipos de élite del balonmano español en interesarse. Si finalmente se decantan por ello, como todo indica que sucederá, lo someterán a votación para que sean sus socios quienes tengan la última palabra.

Una votación que se produciría o bien a finales de esta temporada o a principios de la siguiente y donde la masa social del Abanca Ademar deberá elegir si mantiene el control del club o bien lo deja en manos de uno o varios posibles inversores. Un ejemplo claro de Sociedad Anónima Deportiva es la Cultural y Deportiva Leonesa, que ahora mismo está en manos de Aspire.

Lo bueno y lo malo de las SAD

Ahora mismo el presupuesto del Ademar ronda los 1,3 millones de euros y la idea de la actual directiva que preside Cayetano Franco es hacerlo crecer hasta el millón y medio antes de que concluya este mandato. Pero insisten en que poco más se puede estirar el chicle con el modelo actual, donde los ingresos por patrocinio, las subvenciones y los socios se antojan como los tres pilares básicos en los que se sustenta el músculo económico. «Estamos estancados», advirtió el máximo dirigente el pasado mes de septiembre durante la asamblea general. 

Que el Ademar se convierta en Sociedad Anónima Deportiva conlleva que quienes pasen a controlar el club sean inversores y accionistas a través de la compra de acciones. Eso permitiría captar más fondos y por tanto que el presupuesto del club crezca sin límites. Con más ingresos, el club leonés podría competir en el mercado por jugadores que ahora mismo no están a su alcance debido a las limitaciones de su presupuesto actual. También tendrá capacidad de fidelizar su plantilla con contratos mejores.

Posibles fechas
La votación de los socios podría producirse a finales de esta temporada o principios de la siguiente

Salir a bolsa

Desde el año 2002, cualquier Sociedad Anónima Deportiva puede solicitar salir a Bolsa. Para ello hay que cumplir con todos los requisitos y obligaciones que marca la Ley del Deporte. Una vez salga a Bolsa, sus acciones pueden ser negociadas en el mercado de valores como cualquier empresa. Asimismo se abren las puertas a que entren inversores nacionales e incluso extranjeros que quieran invertir grandes cantidades económicas en el club.

En cuanto a los perjuicios de pasar a ser SAD se encuentra el hecho de que el Ademar pasaría a pertenecer a inversores y accionistas. Ellos tendrían poder de decisión tanto en el apartado económico como en el deportivo. Los socios podrían perder ese sentimiento de pertenencia al club.

Crecimiento limitado
Tano Franco ya advirtió en septiembre que el Ademar está «estancado a nivel económico»

El socio debe tener claro que quienes aporten dinero al club persiguen un beneficio propio que no siempre se reduce al plano económico sino en cuanto decisiones dentro de la entidad, trabajadores en el club, etc. Ahora mismo nadie dentro de la junta directiva del Ademar cobra y responde con su patrimonio si hay pérdidas. Si el proyecto entra en una fase que se antoje insostenible puede provocar que los inversores, al no responder con su patrimonio personal, abandonen el club dejando una deuda insalvable.

Y además, las sociedades anónimas deportivas están sujetas a un férreo control estatal. Eso a priori no es malo, pero limita mucho la capacidad de acción. En este caso, el Consejo Superior de Deportes, la Federación Española y la propia Liga Profesional controlarían los movimientos.

tracking