BALONMANO | LIGA ASOBAL
Un Ademar con 44 bajas de jugadores en los últimos cinco años
- El club leonés no da con la tecla a la hora de confeccionar un proyecto sólido que vuelva a colocar al equipo en la élite del balonmano español - La mayoría de los descartes fueron fichajes de Cadenas
Una máquina de ‘triturar’ jugadores. En eso se ha convertido el Ademar en las últimas temporadas, en especial desde hace cinco años, donde entre descartes —la inmensa mayoría— y salidas voluntarias han desfilado ya un total de 44 profesionales. Una cifra cuando menos llamativa que impide construir un equipo base de futuro y que habla bastante mal de la política de fichajes del club.
Desde hace décadas el conjunto leonés presume de ser un trampolín para numerosos jugadores que o bien se forman en una de las mejores canteras de España o directamente en el primer equipo y, después de algunas temporadas, daban el salto a otras entidades de superior categoría, sobre todo rumbo a las principales ligas de Europa.
Sin embargo, desde el regreso de Manolo Cadenas hace ahora cuatro campañas la responsabilidad casi total de las contrataciones corre de su cuenta, gracias al enorme mercado que maneja y a sus contactos con representantes, directivos, entrenadores y con los propios jugadores. Esa impagable cartera ha ayudado a que nombres como Aidenas Malasinskas le dijeran sí al Ademar, pero también jóvenes talentosos como Tin Lucin, Pedro Martínez o Natán Suárez.
El problema, sobre todo en las últimas tres temporadas, es que las apuestas personales del técnico de Valdevimbre no duran más que un curso y una buena parte son descartados después.
La recién terminada 2022-23 es un claro ejemplo de que algo está fallando con los fichajes del Abanca Ademar. Solo Antonio Martínez sale para mejorar tanto a nivel deportivo como económico. El resto son descartes a pesar de que cuando se les fichó anunciaron un contrato clásico de 2+1 que garantizaba cierta continuidad al proyecto. Ni los hermanos Virbauskas, ni el coreano Kim, ni los griegos Boskos y Panos ni tampoco el portugués Tiago han convencido a Cadenas, su gran valedor.
Pero tanto en la 2020-21 como en la 2021-22 sucedió algo similar. Feutchmann —a pesar de su gran rendimiento en León— nunca fue del gusto del entrenador y apuestas como Natán Suárez, Gostovic o Kisselev no se ganaron su confianza. Semedo, Liapis, Soljic —casi inédito en el Ademar pese a que la plantilla no era excesivamente amplia— así como Jozinovic o Lodos corrieron la misma suerte. No todas las salidas de jugadores son descartes, pero sí la inmensa mayoría. Tanta inestabilidad ha alejado al club de la élite y de la pelea por entrar en competición europea.