La paloma torcaz y bravía mejora el bagaje de la media veda de caza

La media veda de caza muestra nubes y claros. Un año más. Aunque se esperaba que en este 2023 la situación mejorase en especial en cuanto a la presencia de la ‘reina’ de este mes de actividad, la codorniz, su presencia irregular en las primeras dos semanas ha hecho que las perchas no sean lo satisfactorias que algunos esperaban.

En algunos casos y para los más afortunados, las jornadas han contado con algún premio en forma de varias piezas. En otros los cazadores han tenido que regresar a sus casas con el sabor amargo de no haber dado con ellas.

En el caso del conejo la situación es algo mejor desde que el 15 de agosto levantara el telón la media veda, aunque tampoco para que la alegría sea plena. Y eso que la amenaza de ciertas enfermedades que siempre persigue al conejo parece que este año no está causando estragos.

La nota positiva está llegando desde el pasado 26 de agosto de la paloma torcaz y bravía. No es que sea la pieza apetecible pero ‘a falta de pan...’ Se está convirtiendo en un recurso que sin duda alguna por su alto número reporta alguna que otra jornada con sensaciones más favorables.

Por delante aún queda un poco más de dos semanas en las que los aficionados esperan que el sabor agridulce se torne más favorable, o lo que es lo mismo, dulce, para que esta media veda no sea recordada también con una nota baja. Bien es cierto que los números mejoran a los años más cercanos en el tiempo aunque también lo es que las ilusiones de los cazadores no se están colmando como desean.