INSTALACIONES DEPORTIVAS
Desidia municipal en los pabellones deportivos de León
Los equipos leoneses denuncian el abandono y la dejadez que presentan la mayoría de recintos en los que goteras, grietas, desperfectos y el pésimo estado general son el pan nuestro de cada día
Las goteras por condensación del Hispánico imposibilitan al Trepalio León Sala retomar los entrenamientos tras la Navidad. DL
La mayor parte de los pabellones deportivos municipales languidecen desde hace décadas sin que ningún equipo de Gobierno ponga remedio. Unas instalaciones «indignas» que utilizan particulares y, sobre todo, los principales clubes de León, hartos ya de exigir al Ayuntamiento reformas que «nunca llegan». Goteras, grietas, pistas estropeadas, desperfectos y un estado pésimo en general se han convertido en el pan nuestro de cada día. Ademar, Cleba, BF León o Cultural —entre otros— se ven perjudicados en sus respectivos entrenamientos y el último en sumarse a las quejas ha sido el Trepalio León Sala esta misma semana.
En su caso, el caballo de batalla es la condensación que se genera en el Hispánico. «Las goteras nos imposibilitan retomar la actividad tras las navidades. El estado del pabellón es deficitario y se agrava cuando llega el invierno a la capital», subrayan en un comunicado. El club presidido por Juan Carlos Aguilera puede hacer historia esta misma semana al clasificarse para la Copa de España juvenil y, sin embargo, lo tendrá que hacer sin entrenar. «¿El motivo? El estado que presenta la cancha, donde es imposible desarrollar una sesión siquiera usando la mitad», remarcan.
Fachada con los cristales rotos del Ventas Oeste.
Pero, por desgracia, no es la excepción. En el CHF los vestuarios necesitan una intervención urgente y la pista pide a gritos un cambio en el parqué. El San Esteban —otro pabellón de gestión municipal— tiene un problema serio con el reparto de horas y una guerra interna entre BF León y el Lioness Team Basketball a cuenta del uso del gimnasio. Una decisión arbitraria que tomó el Ayuntamiento encabezado por José Antonio Diez a favor de estos últimos.
En La Torre, al margen de que nunca ha cumplido con las medidas homologadas para acoger partidos —se utiliza para otras disciplinas como el judo o el kárate— el déficit principal tiene que ver con la mala iluminación y la falta de reposición de las luminarias que se han ido gastando con el tiempo. El Margarita Ramos o el Gurmensindo Azcárate «están dejados de la mano de Dios» —insisten— al tiempo que el Ventas Oeste aparece con destrozos cada poco. Y el Palacio de Deportes pide a gritos una reforma integral de la zona de vestuarios.
La fachada del CFH se pintó hace meses, pero la pista de parqué está desgastada y llena de grietas.
La zona de vestuarios del Palacio de Deportes necesita una reforma.