«El Bierzo necesita al Promesas»

-¿Se puede considerar una sorpresa que el Promesas Ponferrada se encuentre entre los puestos que dan derecho a jugar la promoción de ascenso? -En parte se puede considerar una sorpresa, aunque si se tiene en cuenta el trabajo que realizamos a diario, lo de sorpresa se podría sustituir por premio al esfuerzo desarrollado. La plantilla es la principal culpable de la situación actual. Lo dan todo para el bien del equipo. -¿El Bierzo le ha dado la oportunidad que no se le dio en la capital leonesa para ser entrenador? -En primer lugar, quiero decir que de mi estancia en la Cultural durante 14 años estoy superagradecido. En la Cultural entrené en División de Honor Juvenil. Fue mi primera experiencia en un banquillo. La Deportiva Ponferradina también tuvo un comportamiento conmigo excelente. Me siento un privilegiado del trato recibido. Después de la experiencia complicada y difícil de Astorga, el Promesas Ponferrada y el presidente Tino en concreto han creido en mí para llevar a cabo su proyecto. -¿Por qué la etapa en la que estuvo al frente del Atlético Astorga la califica de experiencia complicad y difícil? -Tuvimos muchos problemas por aquel entonces. Lo fácil hubiera sido abandonar. Ni los jugadores ni yo lo hicimos. Pese al descenso, la plantilla cumplió. Los jugadores, grandes futbolistas, no se arrugaron en ningún momento. De determinadas situaciones, como aquella, he aprendido. -¿Qué medicina ha recetado al Promesas Ponferrada para estar ubicado en el tercer puesto de la clasificación? -No es cosa mía solamente. Un equipo lo hace el conjunto. La plantilla se comporta día a día con una profesionalidad manifiesta. Los jugadores me demuestran en cada entrenamiento que atesoran la calidad y el trabajo necesarios para conseguir grandes logros. Se trata en su mayoría de jugadores de Ponferrada. El ambiente exquisito que hay en la plantilla creo que es el culpable de la buena marcha del equipo. -¿Es necesario ser futbolista antes que entrenador para conocer las interioridades de un vestuario? -No es necesario realmente. Existen grandes entrenadores que no han sido futbolistas. Sin embargo, bajo mi punto de vista he de confesar que haber sido primero futbolista me ha ayudado mucho. -¿Quién es o ha sido su mejor espejo para progresar como entrenador? -Yo quiero ser yo. Como se suele decir, cada maestrillo tiene su librillo. Tampoco niego que me he fijado en los mejores rasgos de cada uno de los entrenadores que he tenido. Intento tener en cuenta el carácter de Juan Manuel Lillo o la manera de entrenar de Manolo Tomé. -¿Se ha sabido rodear de jugadores o de personas? -En mi equipo priman los dos aspectos. Tengo mucha confianza en los jugadores que componen la plantilla. Se trata de grandes futbolistas y mejores personas. El ambiente del vestuario lo hace todo. El tratamiento del presidente hacia todos también ha tenido mucho que ver para que el equipo esté ubicado en una situación tan privilegiada. -¿Hasta dónde quiere llegar José con el Promesas Ponferrada en la presente temporada? -Si el trabajo, el juego y la fortuna, que cuenta mucho en el mundo del fútbol, nos acompañan podemos seguir arriba. No obstante, hay que pensar en el día a día. La humildad debe ser el pan nuestro de cada día. No se nos puede subir a la cabeza. Los jugadores saben que deben actuar con dedicación y esfuerzo. De lo contrario, la situación actual será flor de un día. Los jugadores hacen grande cualquier sistema. De nada vale planificar nada, si después los jugadores no saben desempeñarlo en el campo. -¿El Promesas Ponferrada aspira a codearse con la Cultural o con la Deportiva? -Ahora mismo es un situación impensable. La Cultural tiene otro estatus, muy por encima de los equipos de la capital. También somos conscientes de que el primer equipo del Bierzo es la Deportiva Ponferradina. No tenemos ninguna intención de enfrentamientos. Sabemos dónde estamos. Tanto la Cultural como la Deportiva están muy por encima de nosotros. -Dicen que Alberto ha vuelto a disfrutar del fútbol. ¿Qué culpa tiene usted de ello? -En el mundo del fútbol hay tópicos sobre que algunos jugadores rinden más con determinados entrenadores. Con unos cuajan y con otros no. Yo le conozo. Sé cómo funciona. Lo único que puede decir sobre su comportamiento tanto en los entrenamientos como en los partidos es que se trata de un jugadorazo. Aunque tengo que expresar que todos se comportan como profesionales. -Si asegura que están por encima de lo pensado, ¿Cuáles eran los objetivos del Promesas Ponferrada cuando comenzó la temporada? -El primer objetivo del que todos hablamos fue el de salvar la categoría. El primer año en una división cuesta. Lo que sucede es que me he sabido rodear de una plantilla excelente, en todos los sentidos. El segundo gran objetivo para esta temporada se basó en que la inmensa mayoría de los futbolistas de la plantilla procedieran del Bierzo, que no tuvieran la posibilidad de jugar en la Deportiva u otros equipos de la comarca. Creo que ambos fines los hemos logrado hasta la fecha. -¿Sueña con entrenar algún día al primer equipo de la Cultural, el club de sus amores? -Actualmente es una posibilidad impensable. Me gusta el fútbol y me gusta entrenar. Que pueda dirigir algún día desde el banquillo a la Cultural no depende de mí. Pero que nadie se confunda. Para entrenar a la Cultural primero hay que demostrarlo. Yo estoy en estos momentos en esa fase de demostración. Claro que me gustaría. ¿A quién no le gustaría?. Si algún día se me da esa oportunidad haré todo lo que esté en mi mano para no desaprovecharla.