Fue, se durmió y venció

Cuando uno se dedica a disputar carreras que tienen más de aventura que de atletismo, es normal tener una colección de anécdotas curiosas tan grande como la que tiene el villafranquino Miguel Martínez Basurko. Sin embargo, la última de ellas no le ocurrió en mitad del desierto de Los Monegros, que es donde se disputaba la prueba, sino en Zaragoza: el despertador le jugó una mala pasada y llegó más de veinte minutos tarde a la salida del Maratón de Los Monegros, la tercera prueba del Circuito Orbea de Aventura que organiza Extreme Sport. Esta carrera consta de 116 kilómetros, con salida y llegada en la localidad oscense de Sariñena, y discurre, como asegura Miguel, «por la parte más dura del desierto. Si hay un sitio con sombra, se rodea; pasas por pueblos pero no por dentro, también se rodean. No veías a nadie en toda la prueba». No obstante, el villafranquino ya está curado de espantos y tuvo tiempo de disfrutar del recorrido: «es una carrera que me gustó, tiene zonas muy bonitas, pero es durísima, tengo la espalda que casi no me puedo apoyar en ella para dormir y el cuello como un cangrejo del sol que hacía». Basurko le quita importancia al hecho de haber ganado a pesar de haber llegado tarde a la salida porque «salvo dos o tres que están disputando el Circuito, el nivel tampoco era muy alto. El mayor temor que tenía era que no me dejaran salir, aunque con el retraso no me esperaba ganar. Me ha servido de prueba para una carrera que quiero hacer en Estados Unidos, aunque no es tan dura como esta, aquí se pasan».