Diario de León

La poca fiabilidad de Renault se hizo evidente en Francia

El abandono de Fernando Alonso le aleja de la lucha por las posiciones de cabeza en el Mundial

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efe | magny cours

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La racha de buenos resultados del español Fernando Alonso en el Campeonato del Mundo de Fórmula Uno se vio frenada el domingo a causa de la falta de fiabilidad de que hicieron gala los Renault R23 tanto de él como de su compañero, el italiano Jarno Trulli, que tuvieron que abandonar nada más empezar la segunda mitad del Gran Premio de Francia. Alonso llegó crecido al circuito de Magny Cours, tras su prodigiosa exhibición de una semana antes, cuando luchó en la pista contra dos de los «grandes», el británico David Coulthard (McLaren MP4/17D Mercedes) y el alemán Michael Schumacher (Ferrari F2003 GA), que fueron incapaces de doblegar en la pista al piloto asturiano. Incluso tras los entrenamientos, tanto libres como clasificatorios, Fernando Alonso mantuvo la confianza. Aseguraba que el coche estaba a gran altura y que incluso era difícil aportar mejoras en los reglajes cada vez que paraba en los boxes. Sus tiempos así lo evidenciaban. Se rompió el motor En la carrera todo se vino abajo. Cuando marchaba en la sexta posición, el asturiano vio truncada su racha. Una intensa humareda que salía de la parte posterior de su monoplaza le dejó fuera de combate. El motor se había roto mitad de carrera. Pocos kilómetros después le sucedió otro tanto de lo mismo a su compañero de escudería, Jarno Trulli, al que acababa de adelantar, lo que dejó patente un repentino problema de falta de fiabilidad en los Renault, precisamente en la carrera francesa del campeonato. Todo se fue abajo para la marca francesa en casa. Por segunda vez en lo que va de temporada Fernando Alonso, que llevaba dos cuartos puestos seguidos (Canadá y Nürburgring), tuvo que dejar anticipadamente un gran premio. El motor le dejó tirado por primera vez en el de Austria, también cuando acababa de empezar la segunda mitad de la prueba. En la lucha por el título la hegemonía ha pasado definitivamente a manos de Williams, cuyos dos FW25 BMW consiguieron en Francia el doblete por segunda vez consecutiva. El alemán Ralf Schumacher y el colombiano Juan Pablo Montoya repitieron los dos primeros puestos que habían logrado siete días antes en el Gran Premio de Alemania.

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