El tercer grande también sitúa a Tiger Woods comofavorito

Un enfrentamiento entre el Tiburón Blanco y el Tigre parece casi de ciencia ficción en el Open Británico que se disputará en Royal St. George del 17 al 20 de julio. Norman prácticamente no cuenta en las apuestas, pese a ser el último ganador en este campo (1993) con un récord de tarjetas por debajo de los 70 golpes, y Woods, tras su última victoria en el Tour americano, vuelve a estar entre los favoritos para el título. Greg Norman ganó en 1993 su segunda Jarra de Plata en el difícil campo de Royal St. George, imponiéndose por dos golpes sobre el favorito, el británico Nick Faldo, que vio cómo se le escapaba su cuarto Open Británico. El australiano volvió a clavar sus mandíbulas en un torneo grande, pero ahí se acabó todo, e igual que el Tiburón Blanco había irrumpido con fuerza en las costas del golf, así desapareció hasta que se hundió como el Titanic en el Masters de 1996. Muy pocas opciones Desde su primera victoria (1986) hasta la segunda transcurrieron siete años, y desde entonces ya han pasado 10. Y pocos son los que ven a Norman, sólo seis torneos jugados la pasada temporada en Europa, entre los favoritos. Els comenzó con fuerza este año ganando casi todo lo que se ponía a su alcance, pero a la hora de la verdad ha estado muy lejos de los dos grandes que se han disputado hasta ahora. Algo parecido a lo que le ha ocurrido a Woods, que apenas ha tenido opciones en los dos primeros Salmones del año. Curiosamente, Nick Price experimentó una resurrección en el pasado Open de Estados Unidos, hasta el punto de que algún nostálgico le vio ya con la copa entre las manos. Quizá fuera sólo un aviso del jugador de Zimbabue en su preparación para un Open que le trae buenos recuerdos. Otros jugadores que esperan su oportunidad pertenecen a la generación gameboy: Justin Rose, Adam Scott y Charles Howell III. Y entre los españoles, por qué no, Sergio García o Ignacio Garrido. El juez, ellos mismos.