Las selecciones aprovechan la jornada de mañana para jugar amistosos

Buena parte de las principales selecciones de Europa, Suramérica y Centroamérica protagonizarán mañana partidos amistosos preparatorios para posteriores encuentros oficiales, algunos de los cuales se pueden considerar verdaderos aperitivos veraniegos de lujo. Entre la larga nómina sobresalen el Alemania-Italia, un clásico del balompié mundial que se disputará en Stuttgart, el derbi Bélgica-Holanda, que tendrá lugar en Bruselas, y el duelo Argentina-Uruguay. Voeller y Trapattoni tendrán una magnífica oportunidad para ver el estado de sus hombres para los posteriores encuentros de clasificación para la Eurocopa de Portugal 2004. Aunque se trate de amistoso, la historia y la exigencia impiden que ambos equipos afronten la contienda con ese carácter. Hay demasiado en juego. Todo menos los puntos. Bélgica y Holanda volverán a jugarse el orgullo. Los vecinos bajos del Viejo Continente pondrán en liza más que un amistoso, aunque con la mirada puesta en los siguientes compromisos ante Croacia y República Checa, respectivamente. Ante el inminente inicio de las eliminatorias de clasificación para el Mundial 2006 en Suramérica, sus selecciones quieren aprovechar también el tiempo. Por ello, Bielsa y Carrasco, técnicos de Argentina y Uruguay, respectivamente, tendrán la oportunidad de ver a numerosos jugadores que actúan en clubes europeos. Inglaterra, capitaneada por Beckham, recibirá a Croacia en Ipswich; Francia, pendiente del futuro de Makelele, visitará a Suiza en Ginebra; Suecia probará en Norrkoeping la evolución de la Grecia del germano Otto Rehhagel; Portugal, anfitrión de la Eurocopa, tendrá un sencillo compromiso ante Kazajistán; y Hansi Krankl, técnico de Austria, expondrá el estado de su renovado equipo ante la mundialista Costa Rica en Viena.