Altea y Valladolid reclaman de la Liga un nuevo papel protagonista

Javier Cabanas y Juan Carlos Pastor tienen, entre algún otro punto común más, haber pisado en su día suelo leonés. Ajenos a las vueltas que da la vida, ignorantes del papel que les podría dar un banquillo a su vida deportiva, a uno le sirvió el colegio de los Hermanos Maristas para catapultarse al olimpo de las estrellas míticas del balonmano nacional, paso previo por Teka o por el equipo nacional. Al otro, tras abandonar la portería de Ademar, le tocó ejercer papel paciente de segundo entrenador en Balonmano Valladolid, hasta que el tiempo le concedió la ocasión de ser primer técnico del equipo. Altea y Balonmano Valladolid disfrutan estos días del nuevo status que les confiere la competición. El cuadro levantino pasó de ser uno de los clubes modestos por excelencia de la categoría a alcanzar el rango de equipo revelación la temporada pasada, asunto que le sirvió para disfrutar este año, por vez primera en su historia, de una plaza en la competición europea. Valladolid ya sabe más lo que es darse una vuelta por el viejo continente, pero de finales y títulos no conocía tanto, y entre organizar la Copa Asobal y la Supercopa de Europa en un par de años, algo ha ido llegando. Nuevo panorama El nuevo panorama de la competición nacional a esta escala tiene también su reflejo en la tabla. Portland San Antonio y Ademar se encuentran de repente con la aparición de dos conjuntos que, se sabía, iban a subir su escala de valor esta campaña. Pero nunca en la escala en la que lo han hecho estos días. Puede que se trate de una situación puntual, pero en principio, de momento ahí queda lo que hay. ¿Quién ha obrado el milagro de Altea?. A los ojos de los analistas, la pareja Cabanas-De Miguel, que rige los designios de la plantilla, ha sido fundamental. Dos daneses de cierta categoría (Jacobssen y Jorgenssen) pero que de momento, no han entrado en la nómina de los cracks, un pivote de experiencia contrastada como Youkov y puntuales incorporaciones de cada campaña, han llevado a este equipo a situarse en un plano especialmente significado para sus expectativas. Valladolid al menos puede tener una explicación más. Aún desde la suposición de la modestia que siempre se ha pregonado desde la entidad morada, el cambio de la filosofía previa, que excluía a los extranjeros de la relación de integrantes del equipo, ha propiciado la llegada de jugadores del corte del cubano Julio Fis. La consolidación de una filosofía de trabajo y la respuesta de la grada en forma de apoyo, han sido asuntos que se han dejado notar en la marcha del equipo, aunque de momento, el calendario ha concedido partidos de cierta importancia a los cruces y fuste a algunos de los marcadores que se han producido. Portland San Antonio y Ademar viven etapas de duda. Los navarros han pagado en parte el peso de la edad en el DNI de buena parte de su plantilla, y León se ha llevado la sorpresa de comprobar que, lo que se anunciaba a principio de temporada como la mejor plantilla de todos los tiempos en la historia de la División de Honor, o no es tal, o como tal no funciona. En lo que la búsqueda de soluciones aporta al movimiento en los despachos los primeros argumentos anticipados de trabajo, el equipo se va de vacaciones, sabedor de que cuando vuelva a entrenar hoy, habrá tenido de un compás de calma.