Ni tu ni yo, sino todo lo contrario

TRANSCURRIDAS doce jornadas poco o nada ha cambiado para los conjuntos leoneses. No saber lo que es conseguir la victoria de ninguno de los representantes provinciales es el bagaje desalentador del fin de semana. Los triunfos cuestan lograrlos y suelen durar poco, y cuando uno lo celebra el otro se angustia por la derrota. Ser regular es un vocablo que parece no existir en el diccionario. Las costumbres crean hábito y son difíciles de quitar. El Atlético Bembibre es un conjunto totalmente roto, sin ideas, sin seguridad y con un ansia terrible que juega muy malas pasadas a los jóvenes jugadores que conforman mayoritariamente la plantilla. La trayectoria no puede ser más desastrosa y la situación más delicada, sobre todo si se tiene en cuenta el estado de ánimo de todos los estamentos del club. Es triste que el cuadro del Bierzo Alto esté en posiciones de descenso, pero esto es un hecho que cada vez llama con más insistencia a la puerta. Hacer fichajes sería una solución, pero ¿qué es lo que hay en el mercado? Prácticamente nada y fichar por fichar sería un error. Sería una auténtica debacle que este conjunto perdiera la categoría por la política desastrosa y peor planificación de algunas cabezas ¿pensantes? cuyos responsables tienen nombre y apellidos. La Hullera no acaba de encontrar el camino de la victoria y esto es una necesidad que empieza a preocupar. Para hacer un gol poco menos hay que soñar y esa carencia es un lastre a corregir lo más pronto posible. El objetivo es marcar y cuando eso ocurra, entonces se puede empezar a pensar en ganar. Ser el conjunto que menos goles ha conseguido del grupo junto con el Atlético Bembibre es más que significativo, y es que de nada vale quejarse por tener ocasiones si de estas no aprovechas alguna. La Cultural B mantiene su racha positiva de resultados en las últimas jornadas. Puntuar ante uno de los gallitos , ya sea dentro o a domicilio, siempre es rentable. Esto invita al optimismo y la moral del equipo, así como demostrar que se puede ganar a cualquiera ha dado confianza al joven conjunto leonés. A pesar de todo, el peligro acecha y la relajacción no debiera aparecer. La Bañeza continúa con su goteo de puntos y empieza a sacar la cabeza en la tabla. La plantilla morada comienza a demostrar posicionamiento, seriedad y control de juego en cada partido. Los próximos partidos serán claves para calibrar el verdadero potencial y sus posibilidades reales. El gran lunar negro son las expulsiones. ¿Habrá algún partido donde La Bañeza finalice con los once jugadores? El Promesas Ponferrada se mostró reservón, jugó a la expectativa y especuló en demasía, pero al final no le salió como pensaba. Este equipo por nombres, calidad y experiencia debe dar las sensaciones esperadas. El esfuerzo realizado por su presidente debe tener reflejo en la competición, y eso es tarea de jugadores y técnico. Las lamentaciones y disculpas no existen cuando se tienen grandes plantillas. Lesiones, sanciones, arbitrajes, ocasiones fallidas... no son argumentos para cubrirse las espaldas. Se está o no se está.