Ángel María Villar: «Me quieren inhabilitar porque me tienen miedo»

Tras un largo tiempo de silencio, Ángel Villar se defendió ayer de las acusaciones por presunta malversación de fondos por parte de vicepresidentes y directivos de la Federación que preside, y aseguró públicamente que «los viajes de placer no existen ni han existido». Villar volvió a atribuir el escándalo de los viajes turísticos a «una trama» montada por un sector de los medios de comunicación y se mostró convencido de que «el caso se archivará» y podrá presentarse a las elecciones a la presidencia de la Federación «con el apoyo del 99% del fútbol español». «Me quieren inhabilitar porque me tienen miedo», sentenció Villar, obligado a responder a numerosas preguntas en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas sobre el 'caso Federación' que será investigado por la Fiscalía Anticorrupción. «La Federación no ha cometido ninguna irregularidad, creo en los jueces y fiscales, y estoy encantado que venga Anticorrupción para ver si se acaba ya este asunto», declaró Villar, que negó que la Federación haya manipulado facturas de directivos. Villar llegó a compararse con Santa Teresa. «El linchamiento moral te da más fuerza para seguir». Dijo no temer ser imputado en el caso Federación, salió airoso ante las cuestiones más comprometedoras, y aprovechó para recordar que «personas de altísimo nivel han sido imputadas en este país y sus casos se han sobreseído y siguen desarrollando sus funciones». Villar recurrió a la presunción de inocencia y destacó que «una imputación es una acusación que en el modelo de Derecho actual tiene una base de defensa». «La vergüenza es imputar delitos que no existen, linchar a las personas y manipular información. Yo no tendría la conciencia tranquila», apuntó, acusando a algunos medios, sin citar nombres, «porque ya se sabe quiénes son», de publicar «documentos manipulados y tergiversados».