Checos y daneses luchan hoy por liderar el nuevo orden europeo

Destronadas las tradicionales grandes potencias, las encantadoras República Checa y Dinamarca escenifican hoy en Do Dragão una de las esperadas batallas por la sucesión. En el último choque de cuartos se miden quizá las dos selecciones que más huella han dejado hasta ahora. La que sobreviva se encontrará con la sorprendente Grecia y tendrá todo a su favor para protagonizar parte de la gran fiesta del 4 de julio en Da Luz. Los checos demostraron desde el primer momento ser algo más que los tapados del campeonato. Son los únicos que lo han ganado todo y además remontando ante Letonia (2-1), Holanda (3-2) y Alemania (2-1) en soberbios ejercicios de fe, autoestima y templanza. Practican un fútbol total que tiene en Nedved, el último «Balón de Oro», al mejor exponente de esa combinación de físico y talento. En medio de un gran bloque ha emergido la joven figura de Milan Baros, la revelación del torneo por su juego veloz y punzante y por sus goles, uno en cada partido. Han hecho suficientes méritos como para pensar en que pueden repetir el éxito que la antigua Checoslovaquia consiguió en la edición de Yugoslavia-76. Con Panenka como estrella, aquél trabajo de los centroeuropeos superó a la ciencia alemana y al arte holandés. Mucho más próxima está la final de Inglaterra-96, cuando sólo la suerte y un gol de oro del teutón Bierhoff rompió los sueños checos en la final. Esta vez, tampoco son inferiores a nadie y, por su fútbol, ya se han convertido en el equipo de todos los no forofos. Fútbol alegre, rápido y vistoso Enfrente una Dinamarca que practica un fútbol alegre, rápido y vistoso. El calvo Gravesen, con pinta de tipo duro de barrio, es el jefe de un soberbio centro del campo con dos puñales por banda como Gronkjaer, el volante del Chelsea que pretende el Atlético de Madrid aunque está medio comprometido con el Birmingham City, y Jorgensen, del Udinese. Rommedahl, otro jugador con desborde y proyección por los flancos, suele ser un suplente de esos que revolucionan los partidos en cuanto entran. Un lujo, en fin, para un ariete clásico como el milanés Tomasson, ya con tres goles en su haber. Alineaciones probables: República Checa: Cech, Grygera, Ujfalusi, Bolf, Jankulovski, Poborsky, Galasek, Rosicky, Nedved, Baros y Koller Dinamarca: Sorensen, Helveg, Laursen, Henriksen, Bogelund, Gronkjaer, Gravesen, Daniel Jensen, Jorgensen, Sand y Tomasson Árbitro: Markus Merk (Alemania) Estadio: Do Dragão de Oporto Hora: 20.45 (TVE-1)