Diario de León

JUDO

Isabel Fernández abandera otro de los fracasos más sonoros de España

Ninguna de las disciplinas del judo alcanzó una plaza de podium, a pesar de las previsiones

Isabel Fernánmdez abandona el tatami apesadumbrada por las dos derrotas de la jornada

Isabel Fernánmdez abandona el tatami apesadumbrada por las dos derrotas de la jornada

Publicado por
Amador Gómez - atenas
León

Creado:

Actualizado:

Isabel Fernández, una de las mayores esperanzas de medalla del deporte español en los Juegos, no consiguió frenar este lunes la maldición del judo en Atenas. Por tercer día consecutivo, España acarició el bronce pero se quedó a las puertas. Esta vez le tocó a la campeona olímpica, que salió a luchar por repetir el oro de Sidney pero cerró con excesiva tristeza su participación en unos Juegos. Isabel murió en la orilla después de entrar en la repesca por el tercer metal, y se quedó sin medalla por dos amonestaciones ante la cubana Yurisleidy Lupetey. Había soñado con disputar el oro contra ella, pero tuvieron que verse en la disputa por el bronce. Isabel perdió su primer combate frente a la alemana Yvonne Boenisch (la nueva campeona olímpica), pero entró en la ansiada repesca, y permitió soñar a los aficionados españoles. La abanderada hizo sufrir y disfrutar, hasta que cayó y cerró la jornada más negra, después de la temprana eliminación de Kiyoshi Uematsu. Los gritos de ánimo de los aficionados presentes en el pabellón Liossia, con la Reina Sofía en el palco, no fueron suficientes para permitir a Isabel conquistar la que habría sido su tercera medalla olímpica. Pero dijo adiós con honor, sin ser derribada por su última rival, porque en el combate definitivo la primera sanción llegó por supuesta falta de combatividad, y la segunda por permanecer más de cinco segundos en la zona roja. Sólo así pudo derrotarla la temida cubana. Isabel, que tuvo que esperar a que la alemana alcanzase las semifinales, mantuvo en vilo a la afición durante mañana y tarde, después de tres victorias consecutivas. Si tras su primera derrota abandonaba el tatami cabizbaja y con los ojos enrrojecidos, desde que se vio en la repesca, fue otra muy distinta, la verdadera Isabel. Entonces se olvidó del agarrotamiento y de las precauciones y se convirtió en agresiva y dominadora ante rivales que fueron cayendo una tras otra, con el aliento de un público entregado. Sin embargo, el camino fue espinoso hasta llegar hasta la final de la repesca, especialmente en ese tercer combate ante la japonesa Kusakabe que puso al borde del infarto al presidente de la Federación, Alejandro Blanco. «¡Aguanta, Isabel, aguanta!», «¡Vamos, que queda 1 minuto y 20!, ¡Que quedan 20...!», le gritaba a Isabel desde una esquina de la grada. Tras sus gritos de quejas a los jueces por no sancionar a la japonesa, el presidente -y todos los allí presentes- por fin respiró. Isabel ya se había ganado el derecho a continuar por la tarde, y el palco se llenó de ilustres testigos. Los gritos de «¡Isabel, Isabel!» retumbaron en el recinto griego cuando se enfrentó a la italiana Cavazzuti, y aumentaron con un triunfo que llevó a la alicantina a levantar por primera vez un puño victorioso y saludar al público. Faltaba el último peldaño, y a priori, se podía pensar en que la medalla era posible, porque Isabel siempre había preferido antes a la cubana que a la coreana Kye. Sin embargo, la española afrontó «el combate más complicado», como ella misma reconoció. Lupetey estuvo a punto de marcar técnica en un par de ocasiones, y todo se arruinó con su primera amonestación. Cuando sólo quedaba un minuto y quince segundos, llegó la segunda, y no dio tiempo a más. Isabel abandonó por última vez el tatami y se dirigió a abrazar a su entrenadora en los Juegos, Sacramento Moyano. Su gran lamento fue haber perdido el primero, pero lo supo tarde.

tracking