El Once Caldas y el Oporto priman la defensa para vencer a sus adversarios Víctor Fernández quiere hacer valer su fútbol eficaz pero bonito

Era la primera vez que ocurría. Un equipo de provincias, de fuera de Bogotá, se alzaba con el principal título colombiano. Ahora, el equipo de Manizales quiere incluir una cuarta estrella a su escudo esta madrugada, cuando se enfrente en el estadio Internacional de Yokohama al Oporto en la final de la Intercontinental. Dos blancas corresponden a los títulos colombianos y una dorada a su éxito más grande, la Libertadores 2003. El Oporto llega a la final llenó de dudas, aunque más relajado. Conseguida la clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones, el conjunto de Víctor Fernández está empezando a despojarse de la pesada armadura que dejó Mourinho. Alineaciones probables. Oporto: Baia o Nuno; Seitaridis, Costa, Pepe, Pedro Emanuel; Costinha, Maniche, Hugo Leal; McCarthy, Derlei y Luis Fabiano Once Caldas: Henao; Barahona, Castaño, Vanegas, Henríquez; Viáfara, Velásquez, Jiménez, Soto; Alzázar y De Negris Árbitro: Jorge Larrionda (Uruguay). Estadio: Internacional de Yokohama Hora: 11.05 hora peninsular Amable, simpático y fiel a su estilo de juego, que defiende hasta las últimas consecuencias, así se podría definir al técnico del Oporto, el español Víctor Fernández, que espera alzarse con la Copa Intercontinental, a base de fútbol bonito y eficaz, frente a los colombianos del Once Caldas. Fernández quiere lograr el primer título internacional del Oporto esta temporada en la que ya ganó la Súper Copa de Portugal, una semana después de hacerse cargo del club, frente al Benfica (1-0), y perdió la Recopa de Europa, siete días más tarde, frente a los españoles del Valencia (2-1). El técnico aragonés llegó al Oporto después de que el equipo ganase, al mando de Jose Mourinho, dos ligas portuguesas, la UEFA y la Liga de Campeones, todo un reto que Fernández tratará de repetir, tras el efímero paso del italiano Luigi del Neri por el club luso. Fernández imprime a los equipos que dirige su sello personal y, según explicó él mismo su estilo «se basa en la combinación del buen trato al balón y el tiro a la portería contraria».