León se olvida de defender y cede terreno con la cabeza de la tabla (83-84)

El Baloncesto León cayó por segunda vez en apenas cinco días y lo hizo en una jornada en la que se olvidó de defender. Si en aquellos partidos del final de la primera vuelta se le otorgaba de entrada una amplia ventaja al rival ayer se repitió el guión en el segundo cuarto, en el que León poco a poco iba aflojando en defensa hasta permitir a Lobos irse al descanso con 50 puntos. Y la situación es más grave si se tiene en cuenta que tras el parón invernal León dejó en 66 puntos de media a sus rivales en los tres primeros partidos y en el quinto ante CAI se hubiese quedado en 70 si no hubiese llegado la tormenta final de triples. En Calpe el rival, uno de abajo, alcanzó los 84 puntos y ayer Lobos en sólo 23 minutos ya tenía 61 puntos. Con esos parámetros un partido es difícil ganarlo. Y León rozó la remontada porque cuando se puso en zona en el ecuador del tercer periodo el partido cambió radicalmente. Llegó la remontada pero el equipo de Jareño no fue capaz de ponerse nunca arriba. Y en un final realmente agónico al rival no le tembló la muñeca y a León le faltó un poco de suerte para dar llevarse el triunfo. En el primer cuarto las defensas de ambos equipos fueron de más a menos. En cinco minutos el parcial fue de 6-2, pero después el marcador se desbocó y avanzó rápidamente para que Lobos apretase los números. Jareño empezó a rotar sus jugadores mucho antes de lo habitual para buscar inútilmente en el banquillo alguien con más motivación para liderar la defensa, pero el equipo se descentraba y aunque anotaba fácil su rival también lo hacía. En León Barnes lideraba el ataque para cerrar los diez minutos con doce puntos, pero LoGrippo no se quedaba atrás con sus once. Y en el segundo cuarto la pintura de León agonizaba. Lobos anotaba con singular comodidad bajo el aro para ponerse arriba, bien aderezado por los primeros triples de Odriozola en su retorno al Palacio de Deportes. Jareño seguía sin encontrar soluciones y en la pista llegaba la mala noticia en forma de resbalón que llevaba a Higgins al banquillo con un tobillo dolorido. Dani García aún no tiene su mejor momento y el técnico madrileño optó por Martín Ferrer para intentar paliar el desastre en la zona leonesa. En ataque era López Valera el que había tomado ahora la batuta para conseguir once puntos en el cuarto. Lobos había alcanzado la renta máxima (42-50) a falta de un minuto para el descanso y León no aprovechó las opciones para igualar el partido en la antideportiva de Wallace y otra falta innecesaria que realizó en la jugada siguiente. Tras el paso por los vestuarios el público se dio cuenta de que podía ser importante su participación y de entrada empezó a empujar al equipo, porque Lobos se lo crecía cada vez más y sobre todo cuando veía avanzar de forma vertiginosa su tanteador hasta alcanzar los 61 puntos en 23 minutos, con una gran inspiración desde la línea de tres. Higgins había vuelto a la pista con el tobillo fuertemente vendado pero la cuarta falta le llegó rápido y Jareño con 13 abajo (55-68) optó por poner en pista a Pedro y Borja simultáneamente. Anoche su anotación la echó en falta en exceso al equipo ya que sólo sumaron 8 puntos. La zona atascó al rival Y el técnico madrileño optó por parar el partido y colocar al equipo en zona. Lobos se atascó y León aprovechó para salir a presionar manteniendo la defensa lo que le generó un parcial de 11-2 para ponerse a cuatro al final del tercer cuarto (66-70). Jareño mantuvo en el periodo definitivo el mismo planteamiento, con tres altos y con una zona que frenaba en seco a Lobos, pero León erró varios ataques consecutivos que hubiesen supuesto la igualada, tras un triple de Jeffers. El rival sufría pero se mantenía sólido y con una defensa al límite -que indignaba a la grada y a los jugadores leoneses- consiguió volver a abrir brecha (69-77). El equipo cántabro empezó a intentar jugar con los tiempos y León salía a presionar a la desesperada, porque cuando recuperó a Barnes al enviarle de nuevo balones a la pintura consiguió ajustar el resultado. Los de Jareño tuvieron el balón del empate pero llegó una falta en ataque señalaba a Higgins que permitió a Lobos tomar aire. Ahora ya intervenían con máxima relevancia los tiros libres y ambos no equipos no pasaban del 50%. A falta de un minuto llegó un final realmente explosivo con 82-83 para Lobos. Un intercambio de robos de balón llevó a Larragán a la línea de tiros libres y sólo logró el empate al errar un lanzamiento. López Valera, con cinco segundos por jugar optó por hacer la falta y LoGrippo también anotó sólo un lanzamiento (83-84). Sin apenas tiempo Jeffers hizo un lanzamiento desesperado que no entró y que deja la duda de la posible falta.