Sólo si pierde el CAI y gana Tarragona se evitará a los maños El fondo sur gana en color y sonido Rivero y Larragán se felicitan por el logro de acabar los terceros

La penúltima jornada de la LEB aclaró muchas cosas, pero no el rival de León en los play-off. Como tercer clasificado de forma matemática -no puede alcanzar al Menorca ni ser superado por el Huelva- tiene muchas posibilidades de vérselas con el CAI Zaragoza, un equipo muy potente y que aún busca refuerzos. Para no tener que jugar con los maños sólo hay una combinación posible. Tiene que perder el CAI en el Príncipe Felipe ante el Ciudad de Huelva, y caer además Baloncesto León en la cancha del Tarragona. Y es que los maños tienen ganado el basketaverage a los catalanes y el actual estado de cosas beneficia al CAI, por lo que si ambos pierden o los dos ganas León se las verá con el Zaragoza en el primer cruce de los play-off, ya que ocupará la sexta plaza y León es tercero. Precisamente el rival que no sea el de Baloncesto León será el reservado para el Menorca, que ayer consiguió de forma matemática la segunda plaza. Y si León supera la primera ronda se la verá en la serie definitiva con el vencedor de ese otro cruce del segundo y el séptimo. Por el otro lado de cuartos de final el cruce Huelva-Murcia ya es inamovible mientras el Fuenlabrada aguardará a la última jornada para conocer quién será octavo. Precisamente sobre los play-off habló ayer el entrenador de Baloncesto León, Ángel Jareño, que planteó que «cualquiera puede ganar a cualquiera», por lo que rechazó hacer cábalas ya que aún no conocía los resultados, aunque sí recalcó que su equipo rinde mejor contra los grandes contra los que no sufre problemas de mentalidad en el arranque. Sobre el partido de ayer admitió que el Melilla le había sorprendido porque había jugado «con cara» al emplear a tres grandes o al jugar sin base, «con muchas cosas fuera de lo común, lejos de lo que se puede llamar ortodoxo». El técnico reconoció que sus jugadores fallaron «cosas fáciles y demasidos tiros libres» lo que generó más presión a sus jugadores, y planteó que el reto ahora es «oxigenar el equipo». Izquierdo, sabor agridulce Por su parte, el técnico del Melilla, José María Izquierdo, se fue con un sabor «agridulce» porque su equipo «trabajó mucho y bien» pero «al final de notó la diferencia de calidad». Calificó la diferencia de catorce puntos de excesiva y la achacó al acierto de León y a su rebote ofensivo -18 en total- . Izquierdo recordó que a su equipo le retiró el Lleida esta semana a Salva Arco, por lo que tiene que volver a entrenar con su segundo en la pista para disponer de diez jugadores. Esta situación -según explicó- le obligó a realizar las variaciones tácticas a las que se refirió Jareño y es que sólo disponía de dos aleros y dos bases en el partido de ayer. Los dos bases Borja Larragán y Pedro Rivero coincidieron en la sala de prensa a la hora de felicitarse por el logro de la tercera plaza, un objetivo que según el madrileño les permiten evitar al Fuenlabrada y según el segoviano les permite jugar el primer partido en casa. Y es que según Rivero, esa cita suele marcar mucho la marcha de un play-off por lo que si la gente achucha bastante ayuda. Pero también admitió que jugando fuera sacar un triunfo es también más que relevante. Por su parte, Larragán calificó a CAI como «el peor rival» porque en su opinión, el objetivo de ser terceros no incluía ese primer cruce y sería preferible el Tarragona. «Tiene jugadores muy buenos y con experiencia, y en cualquier momento se puede reforzar, por lo que es serio aspirante al ascenso».