Anand es mucho para Carlsen
El niño prodigio noruego no logra superar la tremenda fuerza del ex campeón del mundo que le derrota por 3-1 y que se enfrentará hoy al uzbeco Ruslam Kasimjanov en la gran final
La sala de juego era ayer tarde un hervidero de gente. Jugadores llegados de distintos lugares de la geografía española coparon rápidamente los más de trescientos asientos del auditorio para seguir en directo el duelo entre el niño prodigio noruego Magnus Carlsen y el excampeón del mundo Visnawatahan Anand, que daría el segundo clasificado para la final de esta tarde. Puntuales ambos grandes maestros llegaron a la sala de juego donde Joaquín Espejo, árbitro de la competición, les esperaba en el escenario para poner en marcha los relojes en el instante en que el reloj de la sala marcase las 16.30. Saludo ritual y el reloj de Anand comienza a tejer la lanzadera del tiempo. El peón de rey cae en la cuarta casilla y Carlsen responde con la simétrica. El excampeón mueve ahora su caballo de rey hacia f3 y el niño responde de nuevo con la simétrica. La Defensa Petrov hace por segunda vez acto de presencia en el torneo. Cada vez es más frecuente la utilización de este sistema defensivo en los eventos de élite por la solidez de su estructura. Por eso no es de extrañar que el joven Carlsen lo utilice como muro de hormigón donde intentar mantener las pocas posibilidades que tiene ante el veterano y auténtico especialista en esta especialidad que es Anand. Tras resucitar una vieja variante empleada ya por Shirov, el excampeón comenzó a conseguir ligera ventaja en el flanco de rey. Enroques opuestos y Carlsen mordiéndose el labio inferior con gesto nervioso. Tras sacrificar el peón de d6, parece que su juego puede tener alguna perspectiva de entablar, pero las simplificaciones sucesivas y la devolución del peón por parte de Anand permite entrar en un final en el que la ventaja del alfil contra el caballo puede ser decisiva como así fue. Tras conseguir dos peones libras en el flanco de dama y sin levantar la vista del tablero, Anand juega con precisión de computadora. Dos golpes sucesivos en el flanco de dama con el avance de los peones otorgan al hindú el primer punto de la tarde. Carlsen desolado se levanta y busca refugio en su padre que le mira desde el patio de butacas. Sólo necesitó Anand 30 movimientos para anotarse el punto que posiblemente le permita entrar en la final con menos gasto de energía del esperado. Tablas sangrientas Es ahora el turno de juego con blancas para Carlsen. Fiel a su estilo incisivo empuja su peón rey dos casillas a lo que Anand responde con la simétrica entrando en una Apertura Española. Pero es precisamente en este momento cuando ambos maestros muestran sus verdaderas intenciones. Carlsen permitiendo que Anand juegue el temido ataque Marsahll, una entrega de peón ideada por el gran maestro norteamericano Frank Marsahll quien la jugó por primera vez contra Capablanca en el Torneo de Nueva York de 1918. En ningún momento se apartaron de la línea teórica. Y ¡sorpresa!, Anand cuenta en su reloj con 21 minutos, más que al principio de la partida debido al sistema Fischer de acumulación de segundos por jugada. Carlsen se concentra al máximo mientras Anand parece no tener ninguna inquietud para contrarrestar las maniobras del blanco. Tras diferentes lances simplificadores y con un peón de ventaja para Carlsen la victoria no es posible porque técnicamente la posición a la que han llegado es de tablas. Por otro lado la ventaja de reloj del indio, (así es como a Leontxo le gusta nombrar a Anand), es tan considerable que hace difícil cualquier intento de luchar por la iniciativa a su rival que sólo cuenta con 8 minutos. Tres movimientos más y se firman las tablas en el movimiento 30. Después de esta segunda partida la ventaja de Anand se incrementa y su marcador señala ya 1,5 contra 0,5 de Carlsen a falta de dos encuentros. Jugando contra la trituradora La tercera fue aún más sangrienta. Carlsen intenta sacarse la espina y sobre todo quiere remontar el punto negativo. Para ello vuelve a jugar la Defensa Petrov intentando sorprender a su rival con alguna novedad. Anand mantiene su calma y continua jugando con rapidez y con seguridad. En el movimiento 11, se llega a la novedad. Carlsen introduce un golpe natural que no inmuta a al hindú. Con la pareja de alfiles a su favor y peones móviles en el centro el blanco comienza a presionar en ambos flancos a la vez.