La Deportiva sólo fue inferior al Celta desde el punto de penalti

Los penalties decidieron el empate a uno entre el Celta y la Deportiva. Gustavo López, gol (1-0); Soto, gol (1-1); Canobbio, gol (2-1); Fran, gol (2-2); Guerrero, para Sierra (2-2); Brasi, gol (2-3); Núñez, para Sierra (2-3); Krios, al larguero (2-3); Oubiña, gol (3-3), Bornes, para Esteban (3-3); Acorán, gol (4-3); Rivadulla, gol (4-4); Placente, gol (5-4); Fuentes, para Esteban (5-4). La Deportiva Ponferradina 2005-06 tiene buena pinta. En su tercer partido de la pretemporada causó una magnífica impresión en Portonovo. Tuteó a un potente adversario, el Celta, con el que empató (1-1) al final de los 90 minutos, y sólo sucumbió en la lotería de los penalties. Al final el equipo vigués se impuso por 5-4 desde el punto fatídico, pero el conjunto berciano lo tuvo todo a su favor para alzarse con el trofeo en juego. Con 2-3 a favor de los de Pichi Lucas en la serie, después de que Sierra detuviera dos lanzamientos (a Javi Guerrero y a Núñez), el griego Krios desperdició la ocasión. Su lanzamiento se estrelló en el larguero. Quizás porque enfrentarse a un adversario de superior categoría, sobre todo si es de Primera División, motiva especialmente a los equipos y jugadores teóricamente inferiores, quizás porque al tratarse de una confrontación amistosa se juega sin temor y sin adoptar grandes precauciones o acaso por ambas circunstancias a la vez, lo cierto es que la Ponferradina saltó al magnífico césped de O Baltar con muchas ganas y dispuesta a plantar cara al Celta. Y lo consiguió. Ni siquiera el hecho de que en los compases iniciales del choque el conjunto vigués diera el primer aviso y estuviera a punto de marcar, amilanó un ápice a los hombres de Lucas. Fue el veterano Juan Sánchez, en el minuto 3, quien dispuso de la primera oportunidad para abrir el marcador. El valenciano culminó una buena jugada de Jonathan, pero su remate lo atajó con seguridad Rubio. Cinco minutos después, Sánchez, que estuvo muy activo, aunque poco afortunado a la hora del disparo, volvió a poner a prueba al guardameta madrileño de la Deportiva. Perera dejó el balón de cabeza a su compañero, que remata fuerte y raso; Rubio, muy atento y dando muestras de buenos reflejos, rechazó el balón con los pies. La respuesta ofensiva de la Ponferradina, que poco a poco iba igualando la contienda, no se hizo esperar. En el minuto 10, Bornes cabecea el primer lanzamiento de córner del cuadro berciano. El esférico no llega a su destino porque la nutrida defensa celeste rechaza el balón. Según los jugadores de la Ponferradina, el rechace se produjo con la mano por parte de un zaguero céltico, y así se lo reclamaron al árbitro. Pero éste no atendió sus protestas y ordenó seguir el juego. En el minuto 23, la Ponferradina volvió a gozar de una espléndida ocasión. Fue de nuevo Bornes y otra vez en el lanzamiento desde la esquina. El centro de Fran sobrepasó a Esteban y el defensa sevillano, en inmejorable posición, cabeceó fuera. De lo que pudo haber sido el 0-1 para los bercianos se pasó, poco después, al 1-0 para los vigueses. A 10 minutos del descanso, Perera batió a Rubio en la que sin duda fue la mejor acción de ataque del Celta en el primer tiempo. La jugada empezó con un fenomenal pase en diagonal desde el centro del campo de Isaac a Jonathan. Éste corrió unos metros y centró al área; la defensa despejó la pelota, pero Perera, atento y rápido, remató raso y ajustado al palo izquierdo de la meta de Rubio, que aunque llegó a tocar el balón, no pudo desviarlo. Pese a los numerosos cambios que hicieron los dos equipos al inicio del segundo periodo, la decoración no cambió tras la reanudación. La tónica del choque siguió siendo la misma, aunque fue la Ponferradina quien llegó más y con más claridad al área rival. Así, en el minuto 62, Fran remató ligeramente desviado. Después, un minuto antes de que Brasi estableciera el empate, Sierra detuvo en dos tiempos un potente chut de Baiano desde la frontal del área. El tanto de la Ponferradina hacía justicia a lo que acontecía sobre el terreno de juego. Brasi, situado solo en el segundo palo, cabeceó a placer un impecable centro desde la banda derecha de Fran.