Diario de León

Un campeón muy precoz

Ovetense tímido y niño prodigio, Alonso ha reventado todos los récords y ya es una leyenda

El Renault de Alonso, arriba, y el coche de Emerson Fitipaldi

El Renault de Alonso, arriba, y el coche de Emerson Fitipaldi

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José María Rubio - sao paulo
León

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Ovetense, callado y tímido cuando no tiene un volante entre las manos, Fernando Alonso es, sobre todo, precoz. Lo ha sido siempre, desde que corría en 'karts' en campeonatos provinciales y regionales, y lo sigue siendo ahora, flamante campeón mundial de Fórmula 1 con tan sólo 24 años. José Luis Alonso, especialista en explosivos y padre del campeón, fue el gran artífice en la carrera deportiva de su hijo. El primer 'kart' que compró era para Lorena, hoy médico de profesión, pero a aquella niña de 8 años no le hacía mucha gracia aquel chisme un poco incontrolable. Sin embargo Fernando, con poco más de 3 años, lo conducía como si hubiese nacido para ello. Hubo que adaptar los pedales a su corta estatura, pero sus primeras carreras en los campeonatos infantiles de Asturias, Galicia, Navarra o Euskadi le labraron una merecida fama de 'matagigantes'. Con 8 años salió de Asturias y ganó el campeonato gallego, además del asturiano en categoría infantil. Fue el arranque de un palmarés apabullante. Empero, su familia carecía de recursos suficientes para sustentar su progreso. Ningún estamento oficial ni empresa privada echó una mano. Hacía falta un milagro y llegó en 1993. Con apenas 12 años, Genis Marcó, propietario de Genikart, importador de los motores Parilla y chasis Mike Wilson, le hizo una prueba en una carrera disputada en Mora de Ebro (Tarragona). 'Nanín' sabía lo que se jugaba y ganó. El triunfo le valió su primer contrato -aquel año se hizo con el campeonato de España para Marcó-, pero le perdió su familia. Hoy, cada triunfo es todavía una forma de pagar los desvelos de sus padres. En 1994 ganó el Campeonato de España 'junior' y a finales de 1995 obtuvo el patrocinio de IAME, que es en el mundo del 'karting' el equivalente a Ferrari en la Fórmula 1. Por aquellos años, ya exhibía las características que le han llevado al triunfo. La principal, su inteligencia, su habilidad para acabar las carreras, conservar neumáticos y motor, mantener la cabeza fría y gestionar los esfuerzos. Sudor y lágrimas Pero llegar hasta la cima le ha supuesto muchos esfuerzos, más de una lágrima y una dedicación exclusiva. Consciente de las limitaciones económicas a las que tenía que hacer frente pese a la ayuda de Marcó y de la IAME, con 13 años ejercía de mecánico para niños más pequeños, lo que le reportaba algunos ingresos. Siguió progresando, y dio el salto internacional. En 1995 disputó en Genk su primera carrera importante, bajo una lluvia torrencial, y en (Braga) Portugal subió por primera vez al podio en una carrera internacional que le permitió acabar tercero en el mundial. En 1996 se convierte en el rey del 'karting': se impone en el Campeonato de España y gana el mundial 'junior'. En 1997 vuelve a ganar numerosas competiciones y rechaza saltar a la Fórmula Campus para completar su formación. En 1998 se repitieron los triunfos. Adrián Campos, ex piloto de Fórmula 1, se había fijado en él, y en octubre de aquel año le permitió probar, por primera vez, un coche de competición con marchas, en Albacete, en el Campeonato Telefónica World Series by Nissan. Ganó el campeonato, pese a que no tenía siquiera carne de conducir. Después ganar la Nissan, el 13 de diciembre de 1999 probó por primera vez un F1 en el circuito de Jerez. Manejó el Minardi como si fuera un 'kart'. Se ganó el contrato que le permitió correr en la Fórmula 3.000 con un coche que llevaba los colores de Telefónica. En 2000 logró su primer podio, un segundo puesto, y en Spa ganó con autoridad la carrera. En julio de aquel año, Fernando se convirtió en piloto de F1 de manera oficial al firmar con Minardi por cinco años. Debutó en Australia, en 2001, y aquel primer año con Minardi fue un duro aprendizaje. «Era consciente de que no me ganaban los pilotos, sino los coches», recuerda ahora Alonso, frase que lo dice casi todo de él. Un año después, pasó a Renault por empelo personal de Flavio Briatore, y probó los sinsabores del piloto de pruebas hasta que el llegó la oportunidad en el Gran Premio de Francia de julio. Cuando acabó la carrera, la escudería le nombró piloto oficial para la siguiente temporada. En 2003 irrumpió con fuerza en campeonato mundial, con 'pole' en Malasia, triunfo en Hungría y apoteosis en Barcelona. Un año después se consagró y, pese a las carencias de su monoplaza, su nombre ya sonó como posible heredero de Michael Schumacher. Hoy ya casi nadie habla del 'kaiser' que ha dominado la Fórmula 1 con mano de hierro durante casi una década. Fernando Alonso, todavía un chavalín, es el nuevo campeón, el más joven de la historia de este deporte.

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