«Así no merece la pena seguir»

Sí, es verdad. Carlos Burón, el entrenador leonés que ha preparado y llevado a la élite mundial a casi todos los lanzadores españoles en la última década no descarta dejarlo. Y, sin pelos en la lengua, desentraña por qué. Sus pupilos llevan un mes entrenando a cien metros de su despacho de profesor universitario y «ni he bajado a verlos por falta de duerza moral». Sólo les da el programa de trabajo. - Como entrenador y amigo de Manolo Martínez, ¿por qué se ha llegado a que casi tenga que irse? - Es un tema muy viejo para mí. Hasta este momento no tenía el respaldo comercial y publicitario que merece. No importa a nada, ni a nadie, que haya sido campeón del Mundo, y otras muchas cosas. La conclusión es que hay que dejarlo, que no se puede seguir perdiendo ni tiempo ni salud. Yo durante tiempo he estado ayudándole y asesorándole... - ¿Significa que deja de entrenar a Manolo a corto plazo? - No así. Habíamos decidido que me apartaba de lo del patrocinio, por salud y descarga psicológica y moral para él y para mí. Hasta este momento, para mí, lo de la falta de esponsorización era un agravio ofensivo, un desprecio manifiesto hacia él y su trabajo, y hacia mi. - ¿Por qué? - Se me ocurre una interpretación más de tipo político que empresarial o comercial. Es desde todo punto incomprensible si no. Eso sobre Manolo, porque sobre la marcha y tras conocer el acuerdo -la entrefista se realizó tras concoerse la ayuda municipal al lanzador leonés, su principal pupilo- me pregunto por qué no antes. Tiene promesas incumplidas, que yo recuerde, desde 1992: el Ayuntamiento de León ya le ofreció entonces 800.000 pesetas por no irse y nunca las recibió. Desde el 2000 hay una promesa que no se cumplió tampoco hasta ahora. Por eso vamos a ver si esta se cumple o entra en le mismo cajón del olvido y del incumplimiento que las otras. Pero me alegro por él... y también por mí: porque si sus desgracias me afectan, las alegrías también. - Figuras y entrenadores de prestigio como ustedes sirven también para atraer cantera y que un campeón tenga continuidad en otros. Pero su club, el León CA, desaparece. - Manolo salió hace 14 o 15 años del comienzo de una escuela de atletismo municipal que yo cree y dirigí en su momento, como clubes y otras cosas, sin cobrar una peseta. La escuela sigue funcionando, pero nunca ningún alumno más se me envió. Y creo que hay interés en que no vengan. - La Federación ya encara los proyectos olímpicos del 2008 y del 2012. Va a ser difícil así que tenga continuidad con alguien de o formado en León. - Es muy difícil. Manolo se hace mayor, y los deportistas son los que acaparan los titulares. Los entrenadores somos los grandes ignorados. Es una injusticia, porque además no recibes compensación económica a cambio. Soy una especie rara de entrenador y de leonés. Me vine de Madrid sin ningún contrato ni con equipos. Admiro a los preparadores de fútbol, baloncesto o balonmano que viene por aquí con contratos millonarios, hacen unas campañas mejores, regulares o malas y se van. Yo no he recibido nunca nada. - Pero ha creado o entrenado a figuras como Manolo, Margarita Ramos o Mario Pestano. - Me he dedicado a crear escuelas, clubes y deportistas, hasta la delegación en León de atletismo, o más de 1.000 competiciones... en 290 años que el atletismo leonés alcanzara las más altas cotas, las que jamás, nunca había tenido a nivel nacional o internacional. Percibir la ingratitud total, la falsedad, la intriga con que se me compensa a cambio de los éxitos es muy difícil de entender. Técnica y políticamente. Manolo, lo que dice tiene razón, he pensado en dejarlo Yo ya lo he comentado con el presidente de la Federación, José María Odriozola. Primero se enfadó, luego trató de darme ánimos... pero no tiene sentido pelear de esta manera y tener a todo el mundo en contra. -¿Cómo se puede llegar a eso? - Un porcentaje importante de la frustación y el sentimiento de abandono viene de si un campeóndel mundo no tienen nada ni el que lo sacó tampoco, ¿para qué estamos aquí? Otra parte es que siento persecución profesional y política que siento. No tengo nada que ver con ella. Molesta que tenga iniciativa y éxito, que no sea manejable ni tenga afinidades. Y la ingratitud que comentaba, que percibo que mis resultados, mi trabajo que en 20 años ha logrado las más altas cotas de calidad y cantidad no tienen reconocimiento social ni político. Desanima mucho, y el sentimiento es real y lleva a uno a decir a que no merece la pena seguir. - ¿Por qué dejarlo con un campeón en plenitud, y con cantera? - Mi proyecto consistía en que con trabajo, con formación técnica y especialización se podían conseguir cosas. Gozalo, el periodista de RNE, decía hace años que a España le faltaban dos cosas, una tener un campeón de Fórmula 1 y antes otro de lanzamiento de peso. Ya los tenemos, y esto también sin ayuda material y al margen de influencias políticas. El mío lo conseguí, del Mundo y de Europa. Y ese creo que es el problema. Tras eso, y ahora, la política se empeñó en tratar de demostrarme que sin su padrinazgo y su tributo no se puede hacer nada; y lo que se ha hecho hay que eliminarlo. En esto estamos. - ¿Qué tiene que pasar para que no lo deje, para que no abandone? - No lo sé. Cuando pierdes la confianza en lo que te rodea y en tí mismo, es difícil. Lo que me gustaría que pasara y me animaría aunque sé que no va a pasar, es el reconocimiento y que dejen de perseguirme... Todos estos problemas, con Manolo, los políticos, el Cear... en alguna ocasión me han hecho sentir malestar físico y síntomas de estar perdiendo la salud. La primera sensación es dejarlo todo. Sigo buscando la solución para no hacerlo, pero no la encuentro.Me siento como un cubano disidente en La Habana, en lo personal y en mis proyectos. con mi trabajo y mis proyectos parados.