Talante aluchero y talante luchístico

¿TALANTE aluchero o talento luchístico? Pues bajo nuestro punto de vista, mejor lo segundo. Talante sí, bienvenido, pero con talento; superador de la anti-imaginativa rutina de los campeonísimos campeones de campeones de más campeones. Con el talante luchístico brillando por su ausencia -compromiso intelectual obliga-, nuestro primer deporte leonés camina (?) «alucheramente» a la deriva. Desorientación en todos los frentes. Más ejemplos, luchódromo: resulta que en los corros de verano no hay dónde cambiarse, ni ducharse, ni tan siquiera dónde mear. Bueno pues sin embargo para el invierno no basta con los Pabellones cubiertos y con todos los servicios cubiertos también: se suspira alucheramente por el «tontódromo». De lo que se carece -aparte de imaginación creativa- es de luchadores; de fichas, tanto en Senior como en Lucha de Base. Mientras que lo que no faltan son pabellones para practicar Lucha Leonesa en invierno... a la espera de más practicantes que las irrisorias cifras de participación de los corros veraniegos; como tampoco faltan las lesiones ni la concentración de Premios a lo largo de la Liga de Verano. Los no ganapremios/ganasiempre, atemorizados por las lesiones -algo más que psicosis- al tiempo que faltos de motivación y estímulos, empiezan con la discontinuidad (dilatar las comparecencias) hasta llegar a la deserción definitiva ¿Y deserción de federativos...? Que esa es otra, ante la precariedad de presidencial talento luchístico, que no queda compensado por el talante y carisma... aluchero. Ah, y por supuesto lo que también faltó, y entre otras muchas cosas menos transcendentales, fue la categoría de Semiligeros: su incorporación hubiese impulsado a participar a gente de poco peso, y en general de pocos años, al tiempo que ajustaría y aproximaría más el peso de los luchadores en el resto de las Categorías lo que sin duda hubiese estimulado también la participación general tan disminuida este año. Al tiempo, contrarrestar el mercantilismo de los mercantilistas-peseteros». Pues eso, tal parece cual si lo que contase de algún ejecutivo federativo fuese «el talante aluchero y no el talento luchístico». Claro que el frente mediático no le va a la zaga del federativo (y no digamos el político-institucional que analizábamos semanas atrás en su vertiente luchística). Lo peor que se puede hacer por la Lucha Leonesa es la complacencia sin más: efecto adormedera. Ocultar los múltiples fallos y eludir la crítica cruda. Mal asunto -para la L.L.- cuando se sustituye la crudeza en los análisis por las florituras retóricas. Mientras que en lo que es el deporte Leonés de la Lucha, tal parecería que no pasa nada irregular («efecto adormedera»), que todo va sobre ruedas. Cada vez más deporte y más leonés ¿verdad? Y ya por no mencionar otros tantos entornos de la Lucha Leonesa. Un histórico y casi legendario luchador, tan buen persona como buen amigo pero con «mentalidad aluchera» ciento por ciento, se escandalizaba públicamente de la Lucha Femenina y en cambio suspiraba por las apuestas en los corros; pero no al modo de la «quiniela luchística» estructurada y demás, sino «apostando un billete con el de al lado» al estilo de cada combate ¿Qué se puede esperar de aportaciones tan imaginativas...? Pero... es lo que hay. Así que ¡¡joder qué tropa!! Que diría Romanones. Mientras que se sigue a cuestas con todo ese camelo y retórica barata de la nobleza y caballerosidad de la Lucha Leonesa:, que es lo cómodo y pasando de actualizar -sin perder sus raíces- un deporte anclado en lo obsoleto y encorsetado en el corsé de lo anacrónico. Y ¿condenados a arrastrarnos así un año más... y otro y otro? Todo en clave de denominación aluchera que desidentifique leonesamente, para gozo y engorde del endémico morbo de lo políticamente correcto; de la retroprogresía de los intelectuales de barbecho, más bien seudointelectuales o intelectualoides que se mofan de nuestras señas de Identidad Regional. Cambio de tercio. Un amable lector -R.J.G.- nos hace sendas acotaciones sobre los dos temas abordados en nuestra última columna. En relación con la Velada televisiva y sus variantes ubicadoras «ya nos hemos olvidado de ese Auditorio -rebosante- de presentación en sociedad y demás...?» En cuanto al Ribera/Montaña y los ensayos con gaseosa, a nuestra sugerencia de no penalizar las medias caídas como en los corros ancestrales añade «ensayar otro tipo de agarre distinto al cinto actual y en sintonía con lo utilizado hace un siglo...». A este respecto desde aquí aportaremos mañana jueves una serie de testimonios que confirman que no siempre «el agarre lo fue al cinto».