Sin gastar ni una bala de más

A falta de una jornada para la conclusión de la Liga, la Deportiva consiguió su primer objetivo de la temporada que no era otro que clasificarse para la fase de ascenso a Segunda División. Lo hizo gracias a su empate ante el ya descendido Zalla en un partido que dejó mucho que desear en cuanto a calidad balompédica, pero eso ayer era algo que ni a Deportiva ni tampoco a Zalla les importaba en absoluto. Los locales debían ganar para buscar un milagro que no podía darse tras los marcadores de ayer, mientras que la Deportiva necesitaba un punto sin pensar en adornos innecesarios. Desde pronto se pudo contemplar que la diferencia de nivel entre los contendientes era grande en favor de los bercianos y eso que Pichi dejó fuera a cinco titulares, Rubio, Bornes, Fuentes, Úriz y Ribera, que a buen seguro serán titulares en la promoción. Aún así, los ayer rojiblancos por coincidencia de colores dominaban el encuentro sin mayor complicaciones. Fruto de ese dominio llegó el bonito tanto de Pereira que servía para adelantar a los de Pichi. Fran controla un balón en la medular y lo cede en profundidad sobre Rubén Vega, volcado al costado derecho, para ganar la línea de fondo y desde allí servir medido al segundo palo donde Ramón Pereira empaló a la red tal como le venía de media volea. El emeritense se fue al banquillo alborozado para celebrarlo con el capitán Joaquín Bornes. De este modo se cobraba la deuda contraida tras la autoexpulsión de Vitoria que tanto daño le había hecho al equipo. No contento con ello, Pereira volvió a convertirse en indiscutible protagonista del choque pero ya en la segunda mitad. Recibió un balón en banda izquierda, posición que ocupó ayer ya que Asier Salcedo jugaba de lateral por la baja de Fuentes, y dribló a dos contrarios en un palmo de terreno. En seguida buscó área y cuando se zafaba de Ispizua éste le derribó claramente por lo que el colegiado no dudó en señalar la pena máxima. Rubén Vega pidió el lanzamiento y, pese a engañar sin problemas al meta Borja Esteban, envió la pelota pegada al poste pero por fuera. Mal síntoma a quince días de play off y después del fantasma del año pasado con el penalti marrado ante el Alcalá. A partir de entonces, con menos de media hora por delante, los de Pichi acusaron el mazazo sicológico de esta acción y el Zalla se empezó a creer que era posible hacer daño. Los de Suances se fueron arriba y llegaron a crear serio peligro frente al portal de Sierra, quien se tuvo que emplear a fondo para desviar un remate de Ibai Borda que se iba dentro. Tanto fue el cántaro a la fuente que Carrasco estableció el empate después de recibir en la frontal del área pequeña y hacerse un hueco entre los centrales para sorprender a un Sierra que estaba parcialmente tapado. Acabaron pidiendo la hora Desde aquí hasta el final pasaron diez minutos llenos de nerviosismo tras los últimos resultados adversos de los ponferradinos que no querían dejar pasar la ocasión de sentenciar el pase a la promoción una veza más. Para darle mayor emoción al choque, el árbitro que estuvo a tono con el partido, o sea mal, expulsó a Asier Salcedo de forma rigurosa y Chupri tuvo que pasar a la banda izquierda con Fran de improvisado lateral diestro ya que Toñín fue el descartado entre los diecisiete que viajaron el viernes. El Zalla se echó arriba pero entonces los de Pichi sacaron la garra para defender el empate con uñas y dientes, abortando de forma contundente cualquier intento ofensivo de su rival. El árbitro alargó el partido tres minutos, suficiente para que Chupri provocara su tarjeta, igual que antes habían hecho Gorka y Úriz, éste incluso sin llegar a jugar, por lo que el objetivo se cumplió ayer en todos sus términos.