Fuentes y Kevin son las primeras renovaciones de la Ponferradina
Tanto el lateral de Ordes como el defensa galo seguirán dos años más en el cuadro berciano Pichi Lucas anuncia que serán necesarios unos ocho refuerzos
Juan Fuentes firma autógrafos a los aficionados el pasado lunes antes de la gran fiesta del ascenso
La Sociedad Deportiva Ponferradina no ha tardado mucho tiempo en ponerse a trabajar de cara a confeccionar la plantilla que se presentará a finales del próximo mes de julio. En realidad, la maquinaria del conjunto blanquiazul nunca se ha detenido si bien se vio obligada a retrasar la planificación deportiva porque hasta la noche del martes se han venido sucediendo los diferentes actos conmemorativos del ascenso, culminados con una cena de todos los integrantes de la entidad en un conocido restaurante de la capital berciana. El caso es que el cuerpo técnico ha tenido un par de días muy ajetreados y los frutos de su trabajo ya están plasmados. Los dos primeros jugadores que pueden decir con total seguridad que formarán parte de la primera plantilla del club en su caminar por la Segunda División son el lateral zurdo Juan Fuentes y el central francés Kevin Debris. Sus trayectorias en la entidad son bien dispares, mientras Juan Fuentes está considerado como un icono del conjunto ponferradino, hasta el extremo de que es el único futbolista que aparece en la página principal de la web del club, el galo es como quien dice un recién llegado. Fuentes se incorporó a la Ponferradina después del fracaso en el intento de ascenso a Segunda División B, cuando curiosamente Juan formaba parte de aquel Compostela B que terminó con los sueños de los blanquiazules ganando en Fuentesnuevas. La derrota dolió mucho porque bastaba un empate para superar al San Sebastián de los Reyes que fue el equipo que terminó ascendiendo ese año. Sin embargo, al año siguiente en la temporada 98-99, ya con Fuentes en las filas bercianas, el equipo logró su objetivo de ascender por fin. Desde entonces ha venido jugando con regularidad siendo un bastión en la banda izquierda, a la que llegó en principio como exterior pero luego fue retrasado para hacerse con la titularidad en el puesto de lateral. Tan solo un jugador como Alain González pudo hurtarle protagonismo, en la primera temporada de Tomé como entrenador. Las virtudes que adornan a este futbolista son la entrega constante, el carácter ganador que imprime a sus compañeros y el carisma que posee dentro de la plantilla. Además de eso, la afición le profesa una gran devoción como si fuera un futbolista de la tierra más.