Lucha por León, Ademar por León

C UANDO ESTÁ a punto de cerrarse el año del cincuentenario del Balonmano Ademar, y mientras hacemos votos por un cierre de oro en la Copa Asobal en puertas, vaya todo nuestro reconocimiento desde la óptica luchística. Y, en alguna medida, en clave un tanto intercambiable. Lucha leonesa. Lucha de y por León. Raíces y esencia leonesa. Reflejo del alma noble y gallarda de esta tierra. Valentía y arrojo. Pelea y esfuerzo. Audacia y coraje. León rugiente... En su cincuenta aniversario ¡albricias Ademar, baluarte de y por León! ¡Empuje y casta leonesa hechos Balonmano del bueno; del mejor de Europa. Sentimiento leonés a flor de piel. Valerosa -leonina- defensa del nombre de León. León rugiente... Confortantes afinidades Lucha Leonesa/Ademar leonés. Que reconforta mucho más en estos tiempos de repliegue de lo regional-provincial en todos los frentes. Hasta sería aplicable también la conexión ademarista con lo del «hecho diferencial» en traducción más bien literal: marca diferencias con cuanto se ha venido haciendo/consiguiendo en León tanto a nivel de resultados deportivos como de base y estructura social -como Sociedad- de futuro. Para esto último, clarividencia y audacia por parte del Equipo Directivo. Éxito de cancha (jugadores y entrenador) y de despacho (Presidente y Junta). Cuando el Club cumple cincuenta años, nuestra felicitación más cordial para el Ademar y su entorno. Toda su trayectoria, con hitos como el continental logro bi-recopero o el nacional título de liga -la mejor liga del mundo-, representa otra forma de luchar por León; Lucha Leonesa en su versión de buen Balonmano. Y, eso sí, con la única condición de que no comparezcan -no se presten- a rendir pleitesía autonómica a Valladolid (ya sabemos lo de la dependencia económica y todo eso pero...). A Valladolid sólo se va a ganar! Vaya, a competir de igual a igual -todo lo menos- y a intentar ganar. Reconocimiento muy especial para ese otro logro de continuidad e integración que supone su «Fundación Ademar» (Fundemar). Que pensamos que no se le ha dado la relevancia que se merece y no se le resalta suficientemente. Proyecto audaz y ambicioso. Muy comprometido, imposible de abordarse -y ya no digamos de sacarlo adelante- sin grandes dosis de fe y de empuje. Un soporte que sienta las bases estructurales en lo -digamos- técnicodeportivo y como Sociedad. Que garantiza una continuidad con sentido integral, con vocación de asentamiento y estabilidad; en definitiva, con vocación de futuro. Bienvenida, pues, la Fundación Ademar y sus planteamientos de base. Con el tranquilizador aval de que no está quedando en mero empirismo, en simple teoría, y ya se produjo el pasado curso el primer avance tangible de esa «capitalización» algo más que simbólica y testimonial: aquéllos 30.000 euros iniciales. Junto con la imagen tan real como estimulante de decenas de chavales estudiando y practicando balonmano en campus y aulas consolidadas. En cuanto al aporte capitalizador, esperemos que progresivamente creciente desde las esferas institucionales y empresariales; compromiso e implicación de lo público y lo privado. Por ahí, por van los tiros «dichoso mecenazgo (luchístico) con que tanto marea el dichoso Marro». Como homenaje al hito del cincuentenario, a los hitos deportivos alcanzados y a ese no menor hito supra-deportivo que representa y encierra el arranque de su Fundación, desde esta columna luchíticoleonesa nos congratula ensayar una especie de fundido con el Himno del Ademar y el Himno de la Lucha Leonesa: con la exaltación de León en ambos horizontes. Obviamente con todo respeto hacia los autores ante la licencia que nos tomamos/ ... y todo sea por la efemérides que celebramos. «Furia y casta Leonesa/ han hecho de este Ademar inmortal/ para orgullo del Pueblo/ que le dio su Identidad/. El sentimiento que hay en mi pecho,/ de amor por esta tierra/, es la pasión de nuestro corazón,/ clamor de la afición, de todo León.../. ¡Lucha Leonés! Ademar de León a la victoria/, Ademar de León hay que ganar/, ale León, ale León, ale León, ale León.../ Bravos jugadores, hechos de nobleza/, vuestro sin par valor despierta gran pasión./ Y seguiréis logrando proezas/ que un día serán leyendas de León./ Los colores de la bandera/ del equipo de nuestra tierra,/ que un día serán leyendas de León./ Los colores de la bandera/ del equipo de nuestra tierra,/ es la pasión de nuestro corazón,/ clamor de la afición de todo León.../. ¡Lucha Leonés! Ale León, ale León, ale León.../».