El próximo domingo finaliza latemporada de caza menor

Tal y como establece la orden anual de caza el periodo para la caza menor finaliza el próximo domingo, día 28, cuarto del mes de enero. A partir de aquí tan sólo los acotados que estén autorizados para cazar el jabalí podrán hacerlo de acuerdo con sus planes cinegéticos hasta el 11 de febrero. Finaliza así una temporada que ha estado marcada por una climatología extraña, lluvia abundante en sus comienzos, ausencia de frío y de heladas en fechas navideñas, frío y nieve en la recta final. Lo cierto es que a estas alturas muchos acotados, precisamente los que cuentan con más perdiz, ya han dado por finalizada la temporada. Los que aún restan la darán por concluida este domingo si el frío y la nieve lo permiten. A estas alturas de la temporada no resulta sencillo obtener buenos resultados. Por una lógica elemental hay menos piezas cinegéticas y éstas se muestran más esquivas, además el viento es un enemigo poderoso, ya que la perdiz suma su velocidad a la del aire para poner tierra de por medio. Las perdices suelen arrancarse muy largas en estas épocas, lo que hace el tiro más difícil. Ocurre, sin embargo a veces que han comenzado a cambiar la pluma y pueden arrancarse a postura de perro. Otra pieza cinegética que ofrece un tiro bonito, especialmente si sopla algo de viento, es la paloma bravía, abundante en Tierra de Campos. El estornino pinto y el zorzal también suelen cazarse en pleno invierno. Ni los aficionados a cazar la becada en zonas boscosas ni los galgueros están teniendo una buena temporada. Tal vez debido a la bonanza del invierno ha entrado poca pitorra y la que ha entrado se mantenía, hasta la fecha, muy alta ya que apenas había nieve en las cumbres. Cotos en los que se cazaba una media de 70-80 becadas han debido de conformarse con un par de docenas. Las liebres también han escaseado mediada la temporada. Además la humedad que mantenía el campo no ha beneficiado la caza con perros de persecución que se atollaban en las tierras aradas y en los sembrados. En enero, sin embargo, las rabonas acostumbran a efectuar vistosas carreras y tan solo los galgos con poderío y velocidad son capaces de alcanzarlas. Son varios los acotados que una vez cerrados para las escopetas permiten que hasta el final sigan cazando los galgos, como una forma de beneficiar este tipo de caza mucho menos dañina con las especies cinegéticas. Tiempo de jabalí Hasta el once de febrero se podrá seguir cazando el jabalí en los cotos con plan cinegético que así lo contemple. No está siendo una buena temporada y, salvo raras excepciones, el número de reses abatidas es sensiblemente inferior al pasado año en las zonas de monte. Las nevadas tempranas facilitan las cacerías, ya que mueven a los jabalís hacia los valles y zonas boscosas. No ha sido el caso, ya que la nieve ha llegado casi al final de la temporada. La fechas que restan pueden ser especialmente fructíferas, al menos así lo piensan los monteros. A la llegada de la nieve se une el que la cosecha del maíz se ha adelantado y apenas restan manchas destacables. Desprovistos de la protección que les dan los campos de este cereal la gran mayoría de «cochinos» se moverán hacia las zonas estables, precisamente donde aun restan cacerías. Hay que tener en cuenta que la movilidad de este animal es enorme y que en un par de jornadas puede alcanzar sin dificultad las áreas de montaña partiendo de las riberas o del Páramo. Es precisamente en estas zonas inestables donde mas jabalís se han abatido hasta la fecha si bien no destacan por su tamaño pues la mayoría son hembras y rayones.