El Barça consolida su liderato con un gol de carambola

El Barça consolidó su liderato liguero gracias a un tanto de carambola en el último suspiro que le permitió derrotar al Mallorca en un mal partido de los locales. Los azulgrana se aliaron con la diosa fortuna en una acción a balón parado rematada por Saviola al palo con un posterior rebote en Fernando Navarro que ahogó las esperanzas de los baleares y desbordó de felicidad el Camp Nou. Una alegría a última hora que no debería ocultar las carencias de un equipo demasiado plano. Saltó el Barça dispuesto a retomar sus viejas costumbres. Rijkaard se había pasado toda la semana insistiéndoles a sus jugadores en la imperiosa necesidad de recuperar la presión instantánea. Aquella que su equipo efectúa en la defensa rival para recuperar el dominio del esférico. Ese deseo azulgrana combinado con el descarado repliegue del Mallorca contribuyó al control local. El Barça gobernaba sin excesos. De forma demasiado pausada combinaba, insistiendo en las internadas de Giuly y Zambrotta por la parcela derecha. Un dominio, que salvo un cabezazo al palo de Márquez en una acción a pelota parada, tampoco le permitió incomodar en exceso a Moya ante el beneplácito de un Mallorca que estaba cómodo con el decorado. El Camp Nou contemplaba con comodidad el duelo, a la espera de que su equipo desnivelara el marcador. El coliseo azulgrana se debió frotar los ojos cuando Jonás le birló la cartera a un desconcentrado Zambrotta y provocó un claro penalti de Valdés que recibió un castigo demasiado benévolo por su acción. Una levedad que el portero azulgrana agradeció al atajar el pésimo disparo del argentino. Tras la aislada acción balear, el duelo volvió a su cauce inicial con un Barça controlador pero muy previsible. Su fútbol carecía de chispa, perdiéndose en intentos imposibles que no alteraban a Moya. Rijkaard contempló la creciente empanada local con inquietud. Una sensación que quiso atajar de raíz poniendo en liza a Xavi y Saviola para dinamitar el espesor de su equipo. que sufría un tremendo colapso. Suerte de campeón El Mallorca restaba disciplinado contemplando como Eto'o y Messi perdían infinidad de balones. Ese orden lo quebraron los recién entrados, que evidenciaron su buena conexión sobre el césped. La asistencia de Xavi y el remate de Saviola despejado por Moya abrían un leve halo de esperanza al público local. El corazón del Barça le transportó por el inesperado tramo final. Tras un disparo de Ibagaza, el único acercamiento balear de la segunda mitad, los azulgrana echaron mano del pundonor para superar la muralla del Mallorca. Esa insistencia obró el milagro. Tras la mala suerte de la lesión de Belletti -su musculatura se resintió instantes después de entrar por Zambrotta- Rijkaard enloqueció de alegría cuando comprobó que una acción de billar a tres bandas reforzaba el liderato de los azulgrana. Un ex azulgrana como Navarro colaborada de forma fortuita en la victoria local. El 1-0 permite al Barça respirar. Dejar al Real Madrid a cinco puntos y eso que el partido se le complicó mucho, ya que en el primer tiempo, Víctor Valdés detuvo un penalti a Arango.