Ahonen, el rey de los saltos Meca: «Viví momentos alarmantes en el Estrecho y pensé en abandonar»

El finlandés Janne Ahonen se impuso ayer de forma incontestable en la prueba de Bischofshofen (Austria) y logró el hito histórico de convertirse en el único saltador de toda la historia en firmar cinco triunfos finales en el Cuatro Trampolines. Ahonen saltó 126 y 136 metros para completar un total de 251,6 puntos, y quedó por delante del noruego Anders Bardal, quien sumó 243,6 puntos (132,5 y 124,5), y del austríaco Thomas Morgenstern, con 242,7 puntos (121,0 y 135,5). Con su victoria en la actual edición de los Cuatro Trampolines Ahonen deshace la igualada en cuanto a triunfos con el alemán Jens Weissflog, con cuatro cada uno hasta hoy. En la clasificación final de los Cuatro Trampolines, la segunda posición fue para el austríaco Thomas Morgenstern, tercero en la competición de hoy, mientras que el tercer puesto fue para el alemán Michael Neumayer. Matt, el mejor en Adelboden En el slalon de Adelboden el austríaco Mario Matt, con un tiempo acumulado de 1:48.45, se impuso con 10 centésimas de ventaja sobre su compatriota Benjamin Raich. El tercer puesto, a 14 centésimas del ganador, fue para el alemán Felix Neureuther. Mario Matt ya había sido el más rápido en la primera manga (55.21) por delante del croata Ivica Kostelic. Algunos de los favoritos no llegaron a disputar la segunda manga, como ocurrió el día anterior en el eslalon gigante, en el que un tercio de los contendientes sufrió percances en la pista. Entre los que cayeron en la primera manga estuvo el estadounidense Bode Miller. La esquiadora austríaca Marlies Schild, con un tiempo de 1 minuto y 46.35 segundos, se ha proclamó por su parte vencedora de la prueba de eslalon de la Copa del Mundo de Spindleruv Mlyn (República Checa). En segunda posición quedó la eslovaca Veronika Zuzulova con un tiempo de 1 minuto 46,67 segundos y la tercera posición la ocupó la alemana Maria Riesch con 1:47.53. La prueba contó con más de un contratiempo en forma de abandono por alguna esquiadora. El nadador catalán David Meca reconoció ayer en Ceuta que vivió «momentos alarmantes» en el triple cruce del Estrecho de Gibraltar, realizado anteayer, y que pensó en abandonar la prueba «por la integridad física» de su equipo. Meca explicó que se trataba de un reto «que llevaba madurando hace mucho tiempo» y que le hacía «mucha ilusión» conseguir, pero ha reconocido que «el día no era el más adecuado». El nadador contó que la jornada, que empezó a las 09,35 horas desde Tarifa (Cádiz), «comenzó con un día bueno, salvo un poco de oleaje, pero el primer tramo hacia la costa ceutí fue duro, el segundo de vuelta durísimo y el tercero de regreso a Ceuta peor». En este último tramo aseguró que «las olas y el viento eran fuertes, por lo que la gente de mi equipo empezó a llorar, una de las zodiac me golpeó en la espalda y vi que todos lloraban de miedo». Contratiempo inesperado David Meca tuvo que ser sacado del agua y atendido por un médico en el barco «porque el golpe que sufrí con la embarcación fue muy duro», pero decidió continuar porque «había mucha gente esperando aunque tenía miedo de recibir más golpes con las embarcaciones, a las cuales casi ni veía por la falta de visibilidad». El campeón mundial señaló que en el primer tramo tardó unas cuatro horas, en el segundo unas cuatro horas y media y en el tercero otras cuatro horas y ha indicado que la atención médica en el barco «no duró mucho». El golpe se produjo cuando le faltaba una hora para llegar hasta la ciudad ceutí, «por lo que lloré en el agua y temí por la integridad de mi equipo pero me volví a lanzar al mar después de unos momentos de desesperación», precisó el nadador al respecto de su aventura.