El Club Leonés vence al UP Navarra en pala corta

Grano a grano, los pelotaris del Club Leonés van consiguiendo llenar sus alforjas de los puntos necesarios que les darán la opción, si las cosas no se tuercen, para poder disputar la liguilla de ascenso a 1.ª División. Desde el año 2000 en el que se produjo el descenso a Segunda, el Club de Pelota Leonés ha buscando con verdadero ahínco su ascenso a la categoría perdida. Este año 2008, con las Bodas de Plata cumplidas, unido a la deseada participación en las finales, representaría para los pelotaris leoneses la celebración en grado superlativo. El poderoso Club de la Universidad Pública de Navarra visitó la cancha del frontón de la Universidad de León el pasado fin de semana. Los pelotaris navarros han ganado todos sus partidos dentro y fuera de su feudo y ,aún, no conocían la derrota. El Equipo formado por las parejas Vidondo-Lizarraga, en paleta, y Iriarte-Beloki, en pala corta, dominan el grupo-B y serán unos firmes candidatos para conseguir de nuevo el ascenso a Primera. En el enfrentamiento de la primera jornada(13/01), cuando los leoneses visitaron su cancha, el Club Leonés perdió los dos encuentros. Por ese motivo, y también, como es lógico, intentando no perder los puestos de cabeza, estos partidos se habían preparado con un cierto y especial mimo.Se barajaron varias opciones de cómo formar las parejas para plantar cara a este difícil compromiso.Pero todas pasaban por la inexorable realidad de que ganar los dos encuentros, y así devolverles la moneda a los navarros, resultaba de todo punto imposible. Ya se sabe..., cuando se llega a la conclusión de que: "eso no puede ser y además es imposible" es mejor buscar segundas vías, probar soluciones que mantengan los pies en el suelo y no desechar el factor sorpresa. Los pelotaris leoneses Carvajal y Ugidos serían a la postre los encargados de defender la modalidad de paleta. Sus compañeros José Antonio y Chobo, que habitualmente están en el meollo de los partidos, quedaron descartados por tener un pequeño pinchazo en el codo el primero y estar pasando un proceso gripal el segundo. De esta guisa se inició la contienda de paleta contra Vidondo-Lizarraga en el otro bando. En veinte ninutos de refriega los navarros dejaron las cosas claras y en su sitio. El poder de los paletazos del zaguero Lizarraga fue motivo suficiente. Carvajal y Ugidos hicieron lo que buenamente pudieron, consiguiendo hacer 10 tantos por los 35 de la pareja navarra. Una tabla de salvación El partido de pala corta era la única tabla de salvación para el equipo leonés y Ricardo- Amilivia sus verdugos o reos.No empezó bien la refriega.Ricardo no entraba a gusto y el empale resultaba demasiado blando.Amilivia desde la zaga tampoco gozaba y se le iban demasiadas pelotas al colchón.Este comportamiento de los leoneses contra un enemigo de la envergadura de la pareja Iriarte-Beloki no era el más acertado.Pero, a veces, el proceder de unos también se ve emulado por los otros y la pareja navarra copiaba los desaciertos de los leoneses y el marcador avanzaba a fogonazos: cuatro tantos para mí, tres para ti. Con este proceder se llegó al tanto 28 por 32 de Ricardo y Amilivia. Una racha de aciertos con el saque por parte de nuestro zaguero los llevó al cartón 37. Parecía que todo había concluido y los tres tantos restantes serían cuestión de unos buenos palazos. Nada más lejos de esta realidad. Vidondo-Lizarraga, como si empezaran de nuevo el partido y tanto a tanto, se les echaron encima . Ahora los dígitos eran de 39 a 37 a favor de los leoneses. ¡Vive Dios que el tanto 40 fue agónico y nunca tan deseado! El abrazo, primero entre Ricardo y Amilivia y seguidamente entre los cuatro fue el mejor final de un gran partido.